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Entre los países que son miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), uno de cada ocho jóvenes hace parte de la población conocida como ‘ninis’: ni estudia ni trabaja. Esta cifra en América Latina se ubica en uno por cada cinco jóvenes, mientras que puede incrementarse al doble en las regiones más marginadas de países como Colombia, donde sufren una realidad de oportunidades marcadas por su lugar de origen.

Frente a los crecientes retos que hace frente la población juvenil en Colombia y el mundo, en el marco del Foro de Desarrollo Local de la Ocde se abrirá una serie de espacios para explorar los crecientes desafíos para la población juvenil, así como las iniciativas locales que permitan su incursión laboral mediante la educación, la formación y las políticas sociales.

Juan Bernardo López, miembro del Consejo Distrital de Juventudes de Barranquilla, estará presente en uno de los talleres temáticos en representación de esta población, y aseguró a EL HERALDO que este tipo de plataformas permite analizar las diversas estrategias que se despliegan en el mundo para atender las necesidades de los jóvenes.

“Desde los consejos juveniles como desde la ciudad en general, se están dando grandes pasos para que la juventud sea protagonista. Seguimos sosteniendo que somos el presente y el futuro de la ciudad, por lo que queremos ocupar más espacios. Hoy la administración y el ecosistema de juventud trabajan para abrirnos la puerta a eso”, destacó.

El líder fue enfático al sostener que la capital del Atlántico ha sido pionera en la implementación de los Consejos de Juventudes como una plataforma para el fortalecimiento de la participación democrática y la incidencia directa de los jóvenes en la formulación de políticas públicas.

“Barranquilla es la primera ciudad en Colombia en darle un salario a los consejeros de juventud, con ello se promueve la participación juvenil en temas de ciudad, además del trabajo que se ha venido realizando con respecto al estímulo de transporte estudiantil, con un modelo único de selección por medio del Sisbén. Todos estos son avances que benefician en gran manera a los jóvenes barranquilleros y son los que llevaremos a las mesas de la Ocde”, añadió.

Steven Pérez es otro de los representantes locales, en su condición de líder del Movimiento Juvenil Solidario Internacional, y estará presente en el panel ‘Empoderando a la Juventud en las Américas y el Caribe: Innovación, Conectividad y Acción para un Futuro Sostenible”.

Dicho espacio hace parte de la agenda paralela y permitirá explorar cómo los líderes juveniles pueden influir de manera efectiva en las políticas públicas y en la toma de decisiones a nivel local y regional.

“Nuestra misión más importante es fortalecer, acompañar y asesorar a todos los jóvenes en temas de empoderamiento social. Trabajamos de la mano con estos jóvenes para que a su vez su acción de liderazgo transforme realidades desde el rescate y la preservación de costumbres culturales, el empoderamiento ambiental y el enfoque de gobernanza para promover la apropiación de lo público hacía las juventudes”, explicó.

Panorama local

De acuerdo con Fundesarrollo, teniendo en cuenta la definición promovida por la Global Opportunity Youth Network (GOYN), cuatro de cada 10 jóvenes en Barranquilla y su área metropolitana se encuentran en la categoría de “jóvenes con potencial”.

A nivel nacional, los jóvenes con potencial representan el 43% de la población juvenil.

En ese sentido, el 56 % de dicha población no estudia ni trabaja, mientras que el 44 % trabaja de forma informal y sin acceso a educación: “Esta realidad refleja barreras estructurales que limitan su inclusión educativa y laboral”.

Por tal motivo, el centro de pensamiento indicó que “es posible promover una visión positiva que visibilice sus talentos, capacidades y valores, y rompa estigmas. Esto fortalece la confianza y su participación en la educación, el trabajo y la vida comunitaria”.

Otra de sus recomendaciones corresponde a trabajar en colaboración para promover cambios estructurales que perduren.

En ese sentido, recalcó que se deben implementar acciones de manera coordinada que reconozcan las experiencias previas y las fortalezas de las diferentes instituciones, empresas y que incluya a los jóvenes.

“Se requiere tener metas y visiones comunes, con un mecanismo de seguimiento compartido. La inclusión de los jóvenes con potencial no es tarea de un solo sector, sino que requiere un compromiso colectivo y sostenido, recalcó Fundesarrollo en un informe publicado de forma reciente.