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Lo que debió transcurrir como una fiesta de la democracia terminó siendo un monumento al clientelismo político, el caos organizativo, la violencia e intolerancia y al saboteo contra la comunidad académica. Ese fue el panorama que reinó, durante gran parte de la jornada, en la sede norte de la Universidad del Atlántico, en el marco de la consulta universitaria para la escogencia del rector.

Desde muy temprano, lo que se proyectaba como la posibilidad de un desastre, rápidamente quedó confirmado.

Un equipo periodístico de EL HERALDO accedió al campus universitario desde las 7:30 a. m. para realizar el acompañamiento a la jornada electoral.

Lo que se pudo encontrar fueron decenas de carpas instaladas, hasta con un picó programando música a altos decibeles, mientras que una marea de jóvenes con camisetas anaranjadas y verdes revoloteaban de un lado a otro, recordando como votar por sus candidatos a los estudiantes que iban accediendo a la plazoleta. Mucho antes de las 8:00 a. m., cuando se anunció la apertura de las urnas, ya no le cabía ni un alma a esa zona del campus universitario.

Y es que durante las últimas semanas, la elección del rector ha generado un enrarecido ambiente en la universidad. Muchos de los que estaban ahí tenían más que un compromiso moral, pues muchos estudiantes se acercaron a este medio a denunciar que “están acá desde temprano porque vendieron el voto. Incluso nos están armedentrando”.

El desespero por ejercer el sufragio era solo comparable con las elecciones de Cámara y Senado, donde se vuelan las paredillas de los centros de votación para llevar el comprobante y cambiarla por dinero, un pastel o unas tejas.

La lluvia fue más puntual

Pese a que los testigos electorales y jurados de las mesas en la sede norte de la Universidad del Atlántico estaban citados para asistir desde las 6:30 a. m., lo cierto es que sobre las 8:00 a. m. todavía muchos no habían llegado al sitio, ralentizando todavía más una logística que avanzó a paso paquidérmico.

Pronto, los docentes y estudiantes que ya estaban en la fila comenzaron a reclamar por la apertura de las urnas, llevando el clima de estrés a nuevas alturas, propiciando enfrentamientos y llevando a algunos de los estudiantes a detonar totes que afectaron los nervios de los presentes. Poco a poco se iba cocinando el desastre.

El profesor Alfonso Atencio, de Ciencias Humanas, calificó la situación como una falta de orden por parte de la administración: “Esto debió estar abierto desde las 8:00 a. m., para que todos los estamentos: docentes, estudiantes, puedan votar acá. Y esto para nosotros es deliberado de parte de la administración. Porque ellos tenían que preparar toda la logística de tal manera de que a las 8:00 en punto entrara todo el mundo aquí en plena paz para poder votar y hacer el ejercicio que queremos”.

Estando en esa situación, con los jurados alistando las mesas, un fuerte aguacero se derramó sobre el campus universitario, propiciando el desorden y una estampida que se agolpó contra las puertas del Centro cultural, lugar donde se habilitaron cuatro salones, con 14 mesas cada una, para que votaran los estudiantes en tres de ellas y una exclusiva para los educadores.

Sin embargo, lo peor de la jornada estaba próximo a suceder en los siguientes minutos, llegando a las agresiones físicas.

Orlando AmadorLa consulta para la elección del próximo rector de la Universidad del Atlántico estuvo marcada por la violencia, el saboteo y el clientelismo político.

Jugaditas y agresiones

De un momento a otro, dos veedores irrumpieron en el sitio y bloquearon las puertas de acceso, señalando que había personal externo a los estamentos de la universidad en el campus, agrediendo a los estudiantes y saboteando la actividad.

Al parecer, el cierre de puertas, que se dio a eso de las 9:40 de la mañana, exaltó los ánimos de los que estaban haciendo la fila y en tan solo un par de minutos, literalmente, miles se agolparon contra la entrada desatando un caos que iba aumentando exponencialmente con cada segundo, con muchos estudiantes desmayados y contusos producto del hacinamiento.

Mientras desde afuera empujaban con violencia tratando de entrar a la fuerza, adentro el clima estaba caldeado por los señalamientos de los estudiantes que apuntaban a diferentes personas, vestidas totalmente de negro, de no ser estudiantes y haber ingresado al lugar por la fuerza, colándose en las filas, para intentar desestabilizar el proceso.

“Lo que quieren es suspender la actividad porque saben que van perdiendo la elección. No quieren que la jornada de la consulta termine para hacer otra nueva”, apuntó una estudiante, quien prefirió no revelar su identidad, por miedo a represalias.

La bomba de tiempo estalló; todo degeneró en las dos situaciones más lamentables de la jornada, primero con varios enfrentamientos a puño limpio en el recinto, donde hasta una muchacha terminó en el piso, en medio de señalamientos pocos claros del autor. Luego, en la lucha por ingresar a las malas, rompieron la puerta de cristal del recinto, lo cual dejó varios heridos por las cortaduras y el piso lleno de sangre.

Orlando AmadorLa consulta para la elección del próximo rector de la Universidad del Atlántico estuvo marcada por la violencia, el saboteo y el clientelismo político.

Una orden ignorada

Viendo tal descontrol, desconociendo el principio de autonomía universitaria, el ministro de Educación, Daniel Rojas ordenó la suspensión del proceso: “A partir de las múltiples denuncias corroboradas por el equipo de Inspección y Vigilancia de Mineducación que se encuentra en la Universidad del Atlántico, he ordenado de manera inmediata, la suspensión de la votación de consulta para elección de rector de la Universidad, ello para garantizar la seguridad y el cuidado de la comunidad académica, especialmente de los estudiantes que están resultando heridos y heridas por la falta de condiciones logísticas”.

Sin embargo, la orden fue ignorada por el Consejo Superior, quien es el estamento facultado para suspender la medida, toda vez que sobre el mediodía, tras expulsar del recinto al grupo de saboteadores, se recuperó la normalidad de la jornada.

Harold Hernández, subdirector de Inspección y Vigilancia del Ministerio de Educación Nacional, confirmó a EL HERALDO la presencia de estos saboteadores contratados, al parece, por alguno de los candidatos.

“Evidenciamos un grupo de personas todos vestidos de negro, que no son estudiantes y no son administrativos, se retiraron una vez se emite la orden de suspender. Una vez se marchan ellos, no hay situación de orden público adicional”, dijo.

A las 12:30 del mediodía, el colapso se había superado y la rectora Ad Hoc, Mariluz Stevenson, reportó que el resto de la jornada se llevó acabo con normalidad.

“Reiteramos el firme compromiso institucional de preservar el principio democrático y de asegurar todas las garantías electorales, con el fin de que estudiantes y docentes puedan participar de manera libre y segura en este ejercicio ciudadano que fortalece la vida universitaria”, expresó en una misiva firmada por ella.

Así se selló una derrota de la academia ante la politiquería y dejó una cicatriz que no se sabe cuanto tiempo tardará en sanar.

En las otras sedes de Uniatlántico, la consulta se desarrolló con normalidad

En el edificio de la facultad de Bellas Artes y en la sede centro de la Universidad del Atlántico, la jornada de votación para elegir al nuevo rector de la alma mater transcurrió con mayor normalidad y sana convivencia, a comparación de la sede principal.

Durante el transcurso del proceso, la comunidad estudiantil resaltó como mensaje principal que se debe respetar el voto y elección del nuevo rector.

“La atención ha sido buena en la mesa de votación y a pesar de la lluvia hemos podido ejercer nuestro voto. Lo único que pedimos como estudiantes es que todo permanezca así y no se generen peleas ni bloqueos”, dijo Meridey

Carbonó. De esta manera, otros estudiantes como Milena Carvajal, resaltaron la transparencia y agilidad para el proceso en estas elecciones universitarias. “Para votar solo se requiere de la cédula, ya sea en formato físico o digital. Esperemos que toda esta logística de sus resultados y que se respete el voto general, y que así nuestro próximo rector cambie la universidad”.

Sumado a esto, en la sede de Bellas Artes, los jóvenes resaltaron la implementación del carnet digital a través de la aplicación UA Identity para verificar la identidad de cada persona en la mesa de votación.

“La jornada estuvo mejor de lo que esperábamos. Hicimos veeduría a todo el proceso con la comunidad para que tuvieran todos sus documentos a la mano y los requisitos establecidos para votar”, comentó Heider Espinosa, vocero de la facultad.

Así las cosas, en el último sondeo que se hizo al cierre de esta edición los funcionarios de la universidad habían contabilizado más de de 140 votos entre estas dos sedes alternas que hay en la ciudad de Barranquilla.

Orlando AmadorLa consulta para la elección del próximo rector de la Universidad del Atlántico estuvo marcada por la violencia, el saboteo y el clientelismo político.