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Durante la instalación de la Comisión Accidental de Seguimiento a la intervención de la empresa Air-e que se instaló este 10 de septiembre, liderada por el senador José David Name, el agente interventor, Nelson Vásquez, expuso la situación actual de la compañía un año después de haber sido intervenida por la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios.

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En su intervención, Vásquez detalló que la empresa Air-e necesita cerca de $200 mil millones mensuales para operar la empresa, pero sin incluir inversión. “Ese monto cubre únicamente el funcionamiento corriente: el pago de la energía y los gastos del día a día”, aseguró.

Dijo además que la deuda acumulada, cercana a 1,3 billones de pesos, y los planes de inversión, que están por el orden de los $63 mil millones, los cuales, señaló, no se han podido ejecutar.

“Si recibiéramos esos $200 mil millones adicionales en septiembre, podríamos decir que sería el primer mes en muchos años en que Air-e pagaría todo lo que consumió. Pero insisto: eso solo serviría para el gasto corriente, no para abonar a la deuda histórica”, explicó Vásquez.

Vásquez explicó en la comisión de seguimiento que fue propuesto por la Comisión Quinta del Senado para revisar periódicamente los avances y dificultades de la intervención, que la Superservicio encontró que la tarifa estaba por encima de los $1.073 pesos/kWh, principalmente por la alta exposición al mercado de bolsa en un contexto de fenómeno de El Niño. “Ese fue el origen del grueso de la deuda: casi $500 mil millones de pesos solo en noviembre de 2024”, afirmó.

Dijo además que, en cuanto al recaudo, el promedio acumulado de 2025 es del 74,55%. Esto significa que, de cada $100 facturados, Air-e recibe $74, muy por debajo del promedio nacional que es del 95%.

Señaló que, por departamentos, el comportamiento del recaudo es del 53,22 % en La Guajira; el 64,58 % en el Magdalena, mientras que en Atlántico es del 81,91 %.

Recalcó que este recaudo está directamente relacionado con los altos niveles de pobreza y pobreza energética.

La empresa actualmente les factura a 1.377.086 usuarios. Sin embargo, solo 757.000 pagan y al día solo están 657.000 usuarios.

Por otra parte, 200.000 usuarios no tienen medidor, lo que implica pérdidas por energía no registrada o cobros estimados.

“En total, de cada peso que compramos en energía, solo recuperamos entre 65 y 75 centavos. El resto se pierde por problemas de infraestructura, fraudes y, sobre todo, falta de inversión”, dijo el agente interventor, el cuarto que tiene la empresa en menos de un año.

Por su parte, el senador Name sostuvo que Air-e tiene un problema estructural. “No se trata solo de pedir más dinero al presidente Gustavo Petro, porque eso sería repetir la historia: inyectar recursos públicos sin resolver de fondo la crisis. Y lo grave es que un colapso de Air-e no afectaría solo a la Costa Caribe: arrastraría a todo el sistema eléctrico nacional”, afirmó.

Aseguró que Air-e es financieramente inviable, porque su deuda supera los $3,6 billones, de los cuales el 67% ($2,4 billones) se debe a los generadores de energía.

Fue enfático en afirmar que esta situación ya no es responsabilidad exclusiva del ministro, del superintendente ni del interventor. “Este es un tema de Estado, de país. Se necesita la intervención de la Contraloría, del Congreso y de todas las instituciones, porque estamos frente a una bomba de tiempo social”, señaló el congresista.

Advirtió que hoy, por mandato de la Superintendencia, no se puede suspender el servicio ni dejar de comprar energía. Pero llegará un momento en que las empresas no tendrán cómo sostenerse. “Esa es la verdadera amenaza”.

Name también se refirió a la propuesta que presentaron el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, y el alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, en torno a manejar ellos la empresa de energía.

“Es de conocimiento público que el gobernador no ha logrado estabilizar el sistema de salud del departamento, al punto de que el Ministerio de Salud tuvo que intervenir por una deuda de $200 mil millones en los hospitales públicos. Si no ha podido resolver esa situación, ¿Cómo podría asumir la responsabilidad de una empresa eléctrica con pasivos superiores a un billón de pesos y profundas pérdidas estructurales?”, cuestionó el senador Name.