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Triunfo inobjetable del Junior, clasificación a la segunda ronda de la Copa Sudamericana y un nuevo gol del arquero Sebastián Viera. Ese puede ser el resumen de una noche larga y tranquila, donde el equipo rojiblanco venció, sin problemas, 2-1 al Deportivo Lara, en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez.

Junior manejó el partido a su antojo. Aceleró y desaceleró cuando quiso. Se dedicó a esperar al rival, mientras este, desesperado, intentaba buscar espacios sin suerte.

Fue un juego monótono, entre un local que, sin mucho esfuerzo, salió a defender una ventaja de dos goles lograda en Venezuela y un visitante que no tenía argumentos futbolísticos para buscar una heroica remontada en suelo currambero.

Junior se movía al son de James Sánchez, pero ante la lesión que sufrió el barranquillero y que lo sacó del juego, la batuta la tomó Sebastián Hernández, muy activo en el centro del campo, no solo en su labor de creación, sino sacrificándose en la marca.

Pero el protagonista de la primera parte terminaría siendo Édinson Toloza, que convirtió las críticas en aplausos, al errar un penal con un cobro desastroso y luego convertir el tanto que abriría el marcador, gracias a una excelente acción individual dentro del área y una mejor definición.

Con la clasificación en el bolsillo, Junior salió a jugar muchísimo más tranquilo —si podía estarlo más— la segunda parte, la cual dejó en la retina de los espectadores otro espectacular gol de Sebastián Viera.

El arquero uruguayo lo volvió a hacer. Como ante Millonarios, el semestre anterior, y en el mismo arco, el charrúa ejecutó un tiro libre perfecto, que se incrustó en un ángulo imposible para el arquero Édgar Pérez. Golazo que generó el júbilo total entre los pocos asistentes al ‘Coloso de la Ciudadela’, que celebraron el tanto al son de: '¡Uruguayooo! ¡Uruguayooo! ¡Uruguayooo!'.

Ni el descuento venezolano, que llegó a través de un disparo de media distancia del volante César González, ni la expulsión del lateral samario Félix Noguera, que dejó a Junior con 10 hombres, impidió que el local se viera infinitamente superior. Junior volvió a manejar el partido a su antojo, sin desespero, con calma, dejando que el cronómetro corriera y sentenciara la suerte de un pobre equipo venezolano.

‘El Tiburón’ ya está en segunda ronda de la Sudamericana, donde se medirá al ganador de la llave entre el Plaza Colonia de Uruguay y el Blooming de Bolivia.