Si hay alguien que se puede rescatar de la pésima campaña de Junior en la Liga, ese es Carlos Bacca. Aunque prácticamente venía de un año sin jugar, una lesión de rodilla obstaculizó su desempeño, no estuvo en su mejor nivel de juego y en muchos partidos comenzó en el banco de suplentes, su calidad y capacidad goleadora se mantienen vigentes.
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Obviamente no es el mismo de sus años mozos y maravillosos, pero demostró que su experiencia sí puede ser crucial y que su olfato goleador permanece intacto. Eso sí, no fue un semestre como para hacer el gesto que hizo cuando anotó su segundo gol y remontó el partido (2-1) que finalmente se perdió 3-2 ante Santa Fe, el miércoles anterior en el Metropolitano.
Seguramente que Bacca, en medio de la efervescencia del juego y el estrés de la situación de Junior, se puso el dedo índice en la boca para decirles a los agudos y exagerados críticos que ha tenido (no a toda la afición) que guarden silencio, pero resultó inapropiado ante una temporada tan mediocre del equipo. Para colmo de males, posteriormente Santa Fe salió airoso y sentenció la eliminación de los ‘Tiburones’.
'El semestre es malísimo', admitió el propio Bacca.
En cualquier circunstancia no es bueno protagonizar altercados con los hinchas, menos con una campaña tan desdibujada.
De todas formas, Bacca, Sebastián Viera y Wálmer Pacheco, aunque también han cometido errores y tienen su cuota de responsabilidad en el fracaso de Junior en este semestre, son de los pocos jugadores para rescatar haciendo un balance general.
‘El Peluca’ suma nueve goles en la Liga II y está a solo un par de Marco Pérez (Águilas) y Jefferson Duque (Atlético Nacional), quienes lideran la tabla de artilleros con 11. El tercero es Leonardo Castro (Deportivo Pereira), con 10. Al cierre de esta edición, Bacca está igualado en el cuarto lugar con cuatro jugadores que tienen los mismos nueve tantos, dos de ellos siguen compitiendo: Diber Cambindo (Medellín) y Wilson Morelo (Santa Fe).
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Ya sin chance matemático de pelear un cupo a la final y con la mira puesta más que todo en armar la plantilla para buscar la reivindicación el próximo año, las únicas cuentas que le quedan a Junior son en procura del Botín de Oro a través de Bacca. Ganar ese trofeo individual y contribuir a la eliminación de Millonarios, un equipo con el que existe una vieja y constante rivalidad, es la principal motivación de los rojiblancos para el partido contra los azules, este domingo a partir de las 6 p.m., en el estadio El Campín.
Aparte está la reciente espinita de perder la final de la Copa Colombia ante los ‘Embajadores’ en la capital, y la caída 1-0 en casa que empezó a sentenciar la eliminación en el actual cuadrangular semifinal de Liga.
Es muy probable que Arturo Reyes, entrenador tiburón, haya estado más enfocado en las gestiones con miras al 2023 que en preparar este partido (se va este, viene aquel, quiero ese, Perencejo no, Sutano sí). Sin embargo, hay que jugarlo de forma competitiva y digna, por el honor y porque Junior está vivo… en la lucha por el Botín de Oro.
