¡Qué partidazo señores! ¡Qué espectáculo! ¡Qué show! ¡Qué amor a la camiseta! ¡Qué pintura plasmaron los artistas del balón en el estadio Metropolitano! Los que se rindieron y se fueron o se durmieron, se lo perdieron. Édgar Perea tenía razón: ¡A Junior tienes que matarlo! ¡A Junior tienes que matarlo! ¡A Junior tienes que matarlo! Que se lo graben Alberto Gamero y sus dirigidos que anoche ganaban 3-0 al final del primer tiempo y creían que el asunto ya estaba resuelto.
Los Tiburones pusieron garra, corazón, alma, carácter, calidad e inspiración para redondear una remontada épica, grandiosa, maravillosa, inolvidable, de museo.
Los rojiblancos se vistieron de héroes y terminaron festejando una mayúscula victoria 4-3 sobre el Deportes Tolima que los asciende al cuarto lugar de la tabla con 24 puntos y lo deja muy cerca de la clasificación a los cuartos de final.