El Heraldo
Carla Celia posa en el Museo del Caribe. Detrás, varias fotos ganadoras del premio Ernesto McCausland.
Hansel Vásquez
Protagonistas

Carla Celia después del Carnaval

Su familia está feliz. La artista plástica y arquitecta renunció a la dirección de Carnaval de Barranquilla S.AS. ahora podrá dedicarse más a ellos.

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Una leve filtración de agua atrajo la atención de Carla Celia cuando entró al Museo del Carnaval. Esta salía de la rejilla de un aire acondicionado. Llamó al trabajador que estaba en la entrada y le pidió que se le hiciera mantenimiento. Igual pasó con un interruptor, imperceptible para el resto pero no para ella, así como la complejidad de detalles administrativos que encierra gestionar por casi 12 años la fiesta cultural más grande de Colombia.

Esta semana, el martes, la artista plástica decidió apartarse del cargo de directora de Carnaval de Barranquilla S.A.S. Era la crónica de una renuncia anunciada que se había dilatado en el tiempo. La pandemia, la situación de la ciudad y la organización de una conmemoración inédita en  la virtualidad atrasaron la decisión que ella tomó hace varios meses.

Felicitaciones, despedidas y críticas. Carla Celia no fue ajena a las reacciones por su paso al costado. De ahí su emotividad, lágrimas y risas. Otra etapa de su vida ha comenzado, fueron los 11 años y seis meses “más intensos de su vida”, pero también los más gratificantes y “enriquecedores”, como ella misma lo expresa. En la historia del Carnaval se podrá hablar del antes y el después de Carla. A continuación presentamos apartes de su entrevista con Gente Caribe.

P.

¿Cuáles son los principales aciertos de su gestión?

R.

Hay cosas a las que yo les puse mayor ahínco, ahora que estábamos haciendo el informe de gestión nos dimos cuenta de la cantidad de cosas que hicimos en 11 años. Por ejemplo, todos los proyectos que hicimos para la salvaguarda del Carnaval de Barranquilla que se trabajaron con los hacedores. También el premio de periodismo Ernesto McCausland. La ciudad creció exponencialmente a todo nivel y el Carnaval no quedó rezagado, nosotros seguimos ese ritmo y la fiesta fue creciendo exponencialmente y de una manera increíble. El posicionamiento fue tan grande que con todo y la pandemia yo podría decir con orgullo que tuvimos conectadas a casi 3.400.000 personas. Ese crecimiento, ese posicionamiento y haberlo convertido como la marca más importante de la ciudad, pienso que es uno de los logros más grandes. No podría dejar de mencionar mi proyecto estrella, que es el Museo del Carnaval.

P.

¿Qué cosas no habría hecho, qué hubiese ejecutado de otra forma o que le faltó por hacer?

R.

Este puesto es tan complicado… yo sentí en algunas ocasiones una soledad muy grande, una incertidumbre, miedo, le pedí mucha guía a Dios. Una de las cosas más difíciles es tomar decisiones con las cuales una ciudad entera puede beneficiarse a través del Carnaval o puede verse afectada, entonces en eso me ayudó mucho mi equipo de trabajo, maravilloso, entre todos tomábamos esas decisiones grandes con el apoyo de una junta directiva muy comprometida. Yo no diría cosas que dejé de hacer, porque quizás ahora no se hubiesen hecho, pero en ese momento tocó hacerlas así.

P.

¿Como por ejemplo?

R.

Cuando quitamos los tráileres de la Guacherna hicimos un desfile totalmente vernáculo sin ellos,  después los convertimos en carros musicales. Eso fue una decisión difícil porque había un sector del público que le parecía maravilloso, que eran los patrocinadores, y otro sector, que eran los puristas del folclor, que decían lo contrario, entonces encontramos un punto de equilibrio con los carros musicales. Otra decisión que fue complicada y que finalmente terminó siendo a nuestro favor fue cuando empezaron los brotes de violencia en el desfile del Rey Momo en la calle 17. Cuando comunicamos que íbamos a cambiar la ruta porque los mismos grupos folclóricos no querían ir por la inseguridad, yo recuerdo que al día siguiente se me presentaron tres líderes comunales que me dijeron que yo no podía hacer eso. Yo les dije que se volvieran parte de la solución y así fue. Hicimos varias reuniones, eran unas 30 personas, líderes, muchachos de barriada que finalmente se convirtieron en vigías del Carnaval de Barranquilla, esa fue una apuesta maravillosa. Finalmente fue el año más seguro del desfile del Rey Momo y así se ha mantenido, porque sus propios vecinos se han convertido en vigilantes de ese patrimonio.

P.

¿Cómo vivió el momento de la bomba al CAI del barrio San José? (El desfile se realizó 6 días después).

R.

Es de esas ocasiones en las que te quieres enterrar debajo de la tierra y no salir. Yo ahí me di cuenta que el Carnaval trascendía todo, absolutamente todo, cuando vi a toda esa gente en la carrera 43 esperando la Guacherna, parados con pañuelos blancos, ese fue uno de los momentos más emocionantes que yo recuerdo. Fue una decisión dura también y que en ese momento había que tomar: la Guacherna sigue, la violencia no le va a quitar la alegría a la gente en el Carnaval de Barranquilla. No me arrepiento de haber tomado esas decisiones que finalmente salieron bien.

Uno de los proyectos a los que Carla Celia le va dedicar más tiempo ahora es a la producción de su obra artística. Hansel Vásquez
P.

¿Cómo asimila los ataques que sufre por redes?

R.

Me afectan mucho, yo no lo he podido superar porque soy una persona que siempre he trabajado honestamente, siempre me he entregado con pasión, he dejado atrás todo: mi vida familiar, mis intereses, todo se lo he entregado al Carnaval. Entonces cuando hay este tipo de falsedades, mentiras, injurias, además porque todo lo que es falso en las redes puede volverse tendencia, una verdad para algunos. Yo eso no lo supero, a veces prefiero no leer.

P.

Por otro lado esas redes se convirtieron en la Vía 40 para este Carnaval del 2021, ¿qué significó para usted eso?

R.

Si no hubiese existido esa parte digital, esas plataformas, las redes, no hubiésemos podido hacer la conmemoración de este Carnaval. Cuando comenzó esta pandemia y había esa incertidumbre, yo me reunía casi todas las semanas con mi equipo y nos preguntábamos cómo transmitir el calor humano, el encuentro, ese face to face, ese compartir sin importar el rango ni la clase social, que es la esencia del Carnaval de Barranquilla, esa era la gran pregunta. Pero cuando contamos con el apoyo de todos esos grupos folclóricos que se presentaron bellísimos y con esa mística en el colegio Biffi (desde donde  se hizo la transmisión) con todos los protocolos y aforos permitidos, la emoción fue muy grande, y más cuando sentí que el barranquillero sí se estaba acogiendo a eso, que se encerró, que tuvimos esa audiencia vastísima, dije —benditas redes y benditas plataformas digitales— porque no se hubiese podido conmemorar el Carnaval, por supuesto también con el apoyo de Telecaribe.

Dentro de todos las personas que rodearon a Carla Celia en su administración, la barranquillera dice que va extrañar muchísimo a los hacedores del Carnaval. De igual forma, se siente satisfecha con muchos proyectos logrados como la construcción del Museo del Carnaval, en el corazón del Barrio Abajo. Cortesía Carnaval
P.

¿Su familia está feliz porque dejó de ser la directora de Carnaval?

R.

La verdad es que sí. Yo soy abuela, tengo dos nietos en Bogotá y dos en Miami, soy mamá, pareja, hermana, soy de familia grande (…) Mi familia está feliz y me dicen: ¡bienvenida de nuevo!

P.

¿Qué cree que dijera su padre, don Antonio, por el trabajo realizado?

R.

(Lágrimas). Yo creo que él está muy feliz. Esta mañana (este martes) antes de entrar a la junta le pedí su bendición y yo siento que estaba ahí, diciéndome –Ya, suficiente, no te angusties más, no corras más, dedícate a ti—. Eso lo sentí.

P.

¿Llegó el tiempo del arte?

R.

Llegó el tiempo de volver al arte, que siempre he estado ahí, desde 1976. A los 20 años hice mi primera exposición y nunca he dejado de trabajar en el arte, en el diseño. Mi otra pasión es la cocina, tengo restaurante hace 25 años.

P.

A los que aplauden su gestión, a los que le lanzan tomates, a todos los carnavaleros, ¿qué mensaje les deja?

R.

 No tengo sino mensajes de agradecimiento, yo les he dicho a todos: gracias por creer, por los que rezaron por mí, por los que me estimulaban en la vía 40, solo tengo palabras de agradecimiento para mi  equipo, la junta, Alcaldía, Concejo. Para mí todo es agradecimiento, si no cuentas con toda esa gente a tu alrededor las cosas simplemente no se dan, si no cuentas con los hacedores. Por eso es tan gratificante también, porque se siente muchísimo ese amor y esa pasión.

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