Qué bello es recordar el conservatismo cuando los octogenarios de hoy día apenas iniciábamos los veinte y tantos años. Asistíamos con frecuencia a los diferentes comités conservadores para actualizarnos de la pauta trazada por el Director Nacional Conservador y para oír o dictar conferencias culturales.
Entre los diferentes comités sobresalía el ‘Marco Fidel Suárez’, en casa del inolvidable amigo Francisco J. Barreto; otros comités dignos de recordar: el de la casa de José María Álvarez, el de Raquel viuda de Vera, Raúl Altamiranda, Humberto Mieles Mejía, Pablo Ordóñez, Roberto Elguedo, etc.
En aquellos tiempos los jefes del partido eran amables y siempre estaban prestos a corresponder el saludo, a intercambiar opiniones, a orientar... no eran encartonados ni evasivos, de ellos son inolvidables Francisco Carbonell González, Eduardo Carbonell, Próspero Carbonell, Eduardo Marino, Francisco Posada De la Peña.
Qué conservadores de aquellos tiempos... no olvidaremos la inteligencia, oratoria y ese amor al partido de: Juan Manuel Polo Lara, Pedro Claver Doria, Ramón Urbina, Tito Mena Almeida, Alfonso Gómez Oñoro, Arecio Goenaga, Eduardo De Castro Gómez, Julio Alberto Franco, Rafael García Mayorca, Fernando Rodríguez Torres...
No es fácil olvidar la mano tendida y el abrazo fraternal de Ramón Emiliano y José Víctor Dugand al saludarnos...
Hoy en día en la política todo ha cambiado: los ‘jefes’ son evasivos, parecen no conocer a nadie, prometen lo que saben no cumplirán, como argucia en sus oratorias, hacen comentarios en alta voz, de los errores, de la inercia de ‘políticos’ que no pertenecen a su grupo o movimiento.
La mayoría de ellos no manifiestan interés alguno por las condiciones de miserableza que presenta Barranquilla, con la mayoría de sus calles en mal estado y falta de aseo; prostitutas, gamines y amigos de lo ajeno en mero rebusque y dementes –hombres y mujeres– casi en plena desnudez, todo ello sin que llame la atención de alcaldes, concejales, diputados, representantes o senadores... a nadie importa que Barranquilla haya quedado sin fábricas y menos que de pionera en lo aéreo, marítimo y fluvial haya pasado a cuarto lugar.
La preocupación única de la mayoría de políticos actualmente es el beneficio personal, y su función es apoyar y votar lo que tenga mayoría... así no tienen pierde y disimulan su incapacidad.
Rafael Buendía Sierra
c.c. 833.617 de Barranquilla