
Un total de 2.000 familias del departamento de Chocó resultaron afectadas por la primera temporada de lluvias del año, informó hoy la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres de la Presidencia de la República.
Tanto el gobierno departamental como el nacional implementan acciones tendientes a mitigar el impacto en la poblaciones de las inundaciones generadas por el desbordamiento de los ríos Italia, San Juan, Baudó y Tamaná, en los municipios Medio Baudó, Medio San Juan, Nóvita y San José del Palmar.
El director Nacional, Carlos Iván Márquez Pérez, informó que su despacho continúa con la evaluación de daños y análisis de necesidades, dejando un reporte de afectación en los municipios mencionados”.
Agregó que las inundaciones en el Chocó se convierten en la primera emergencia de la primera temporada de lluvias de 2013.
En Nóvita, uno de los municipios más afectados, de acuerdo con los reportes locales, los directivos nacionales se reunirán con el Gobernador (e) de Chocó, Hugo Tobar, con el Consejo Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres, con el fin de generar una respuesta inmediata a la emergencia.
De otra parte, es importante resaltar que en el transcurso del día estarán llegando al sitio de afectación ayudas, por el orden de los 700 millones de pesos:
Los siguientes elementos enviados por la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres –UNGRD.
-2.000 mercados
-2.000 Kit de aseo
-2.000 kit de cocina
-4.000 hamacas
-4.000 toldillos
-4.000 sobre camas
De igual manera, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres coordina la respuesta a otros eventos presentados : un deslizamiento en Otanche, Boyacá; inundación y tormenta eléctrica en Ambalema, Tolima; deslizamiento en el mismo departamento; avalancha en Buga, Valle del Cauca y un deslizamiento en Jamundí, también en el Valle.
Es importante tener en cuenta, que en temporada de lluvias los eventos más recurrentes son: crecientes súbitas, deslizamientos, inundaciones, vendavales, avalanchas; por eso se debe prestar especial atención a los llamados de alerta de las autoridades y adoptar las medidas de protección para evitar complicaciones para las comunidades.