El juicio contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez, que es investigado por presunta manipulación de testigos, fraude procesal y soborno en actuación penal, llegó a su fin. Concluida la etapa de alegatos finales, que se extendió durante varias semanas, la jueza Sandra Liliana Heredia fijó fecha para dar su veredicto final: el 28 de julio.
El líder del partido Centro Democrático, el primer expresidente en la historia de Colombia en enfrentar un proceso penal, podrá pagar –en caso de ser declarado culpable- una pena de prisión de entre 6 y 12 años; sin embargo, algunos abogados han considerado que la condena podría ser mucho menor si se tiene en cuenta que el político antioqueño no tiene antecedentes criminales.
El caso se remonta a 2012, cuando Uribe demandó por supuesta manipulación de testigos al senador Iván Cepeda, del Pacto Histórico, quien en esa época preparaba una denuncia contra él por presuntos vínculos con el paramilitarismo.
La Corte Suprema de Justicia, lejos de investigar a Cepeda, abrió en cambio un proceso contra Uribe por manipulación de testigos. Por su parte, el expresidente renunció en agosto de 2020 a su escaño de senador para dejar de estar aforado y que su caso pasara a la Justicia ordinaria.
De acuerdo con la fiscal Marlenne Orjuela, el expresidente –a través del abogado Diego Cadena- ofreció dádivas y supuestos beneficios judiciales a paramilitares presos en diferentes centros carcelarios del país con el objetivo de que alteraran sus versiones para favorecer al exgobernador de Antioquia.
En este sentido, solicitó una condena al considerar que Uribe “ideó, promovió y respaldó una estrategia orientada a manipular el curso de la justicia penal, utilizando a terceros con el objetivo deliberado de forzar la retractación de testigos clave”.
La Fiscalía, que presentó un total de de 38 testigos, basó su teoría en las declaraciones de Juan Guillermo Monsalve, testigo clave en este proceso, que cumple una condena por secuestro extorsivo en la cárcel La Picota de Bogotá.
“El relato de Juan Guillermo Monsalve es, sin duda, pieza fundamental de la verdad procesal y confirma, más allá de toda duda razonable, los graves hechos puestos en conocimiento de esta judicatura”, dijo la representante del ente acusador.
Uribe, por su parte, ha negado estas acusaciones, afirmando que nunca buscó influir en los testimonios de los presos en mención.
“Con todo respeto pido a usted, en mi alma, yo quiero que usted me absuelva y que queden claros puntos como este: en mi vida yo no he utilizado un tema para pedir que echen a una persona de una empresa, ni para que le hagan seguimientos”, le solicitó Uribe a la jueza Heredia.
Durante su intervención, el expresidente también cuestionó que en el proceso no hubo garantías por la falta de la cadena de custodia de los chats entre el senador Iván Cepeda y el condenado Monsalve .
“Este parece el proceso de los teléfonos perdidos, de las memorias destruidas, se le pierden al senador Cepeda, y antes de devolverlo al Senado no tuvieron el buen cuidado con la justicia de que examinaran”, recriminó.
“(…) yo no manipulé testigos ni los mandé a manipular. (...) Mi interés como miembro de familia, ciudadano y expresidente, es que se pruebe que a lo largo de estos años he dicho la verdad (…) me causaron un daño moral”, agregó.
Por su parte, Jaime Granados, abogado de Uribe, aseguró que durante el proceso la Fiscalía nunca pudo comprobar la culpabilidad del mandatario.
“Nadie nos puede señalar de que no hemos acatado las órdenes de la justicia. Tenemos claro que es inocente y eso será demostrado. Cepeda fue el que inició haciendo su denuncia con calumnias. Nosotros respondimos porque estaban elevando falsas acusaciones y eso afecta el buen nombre”, señaló.
Dimes y diretes
El senador Iván Cepeda, una de las declaradas cuatro víctimas del proceso, aseguró que “la falla de origen es que Uribe creyó que su inmenso poder iba a hacer someter a la justicia como si se tratara de su partido político”.
La declaración no cayó nada bien en el Centro Democrático, que publicó un extenso comunicado rechazando las palabras del legislador oficialista.
“Señor Iván Cepeda: deje de mentirle al país y al mundo. Una vez más, usted insiste en su peregrinaje de falsedades, instrumentalizando a los medios y repitiendo una narrativa que ha sido desmontada (...). Su entrevista con EL PAÍS no es más que un nuevo intento de torcer la verdad para mantener vivo su odio contra el expresidente”, señalaron.
“Senador Cepeda, usted ha guardado silencio frente a las interceptaciones ilegales que se hicieron en este caso, frente a contradicciones evidentes de sus testigos Juan Guillermo Monsalve o Carlos Enrique Vélez, cuyas declaraciones mendaces se han confirmado en el juicio. Usted gestionó la suspensión del traslado de cárcel de Monsalve, comodidades en el centro de reclusión y dinero para la familia de su testigo, a través de una Fundación de la cual usted es aportante”, agregaron.
A su turno, Cepeda respondió: “Su jefe político y muchos de sus dirigentes han intentado durante años calumniarme y someterme al silencio mediante una intensa persecución. No lo han logrado ni lo lograrán. No podrán doblegarme con agravios, falsos testigos o amenazas. Ya culminó el juicio. Ahora vendrá el fallo. Lo que viene es respetar la justicia y acatarla. Sin ira ni odio”.
Apoyo de Duque
El expresidente colombiano Iván Duque (2018-2022) aseguró que el juicio contra Álvaro Uribe por presunta manipulación de testigos, fraude procesal y soborno en actuación penal constituye una intimidación contra el exmandatario que enfrentó a los grupos guerrilleros y de narcotraficantes.
En sus redes sociales, el exmandatario afirmó que las acusaciones contra Uribe (2002-2010), su mentor político, significan “una forma de intimidación contra una voz política que enfrentó con determinación a las estructuras más temidas del terrorismo en Colombia”.
Duque además destacó la “gallardía, entereza y honestidad» con la que Uribe ha presentado nuevamente su defensa, argumentando de «forma contundente su inocencia ante la justicia”.
“Durante estos días hemos visto alegatos sólidos, una claridad argumental y un material probatorio diáfano que reafirman su inocencia luego de años de padecimientos e injusticias”, expresó Duque.