Aunque en el primer año el presidente Iván Duque encontró una difícil resistencia en un Congreso de partidos que mayoritariamente venían teniendo presencia en el gabinete y que se estrellaban con la nueva política de cero ‘mermelada’, en el segundo año las perspectivas de gobernabilidad poco a poco fueron cambiando con la cercanía que logró el Gobierno con partidos independientes como Cambio Radical.
Esto ha hecho que la oposición ponga de manifiesto que no se está aplicando en rigor la política de no ‘mermelada’, sino que más bien mutó en algún tipo de otorgamientos a partidos de gobierno e independientes de presencia en la administración central, lo que antes parecía estar vedado para quien no perteneciera a la colectividad duquista.
Sin embargo, lo cierto es que lo que pareciera haber ocurrido en estos dos años de relación del Ejecutivo y el Legislativo es que frente al estatismo de los partidos oficialistas de apoyar las iniciativas del jefe de Estado y de los de oposición de irse lanza en ristre contra estas, las bancadas independientes como el Partido Liberal y Cambio son los que suelen inclinar la balanza a favor o en contra.
Así lo ratifica el senador Mauricio Gómez, liberal, quien pone de presente que 'en dos años del Gobierno Duque, en el Partido Liberal hemos acompañado su gestión desde la independencia en la que nos sentimos cómodos. Respaldamos lo que le conviene a Colombia y sobre lo que no consideramos conveniente planteamos nuestra posición y tomamos distancia. Nos gusta ser propositivos con el presidente y su gabinete, siempre pensando en sumar a sus medidas y estrategias. Así lo seguiremos haciendo'.
Entre tanto, el senador Efraín Cepeda, del Partido Conservador, da una mirada hacia lo que viene y destaca que 'en la última encuesta de opinión el presidente ya está en el 61% de favorabilidad. Los colombianos han visto una gestión seria, amable, sin atropellar a nadie. Por supuesto que esto no es un camino de flores y el endeudamiento crece alrededor del 43% y lo que propongo en la discusión del Presupuesto 2021 es aplazar algunos pagos porque la inversión, que pasa a $52 billones, la podemos llevar a $60 billones porque esas alianzas públicas son fundamentales para la reactivación de la economía y es la que nos va a llevar a la reactivación de empleos'.
De otro lado, el senador Antonio Sanguino, de la Alianza Verde, critica que 'la relación entre el presidente y el Congreso ha sido ambivalente, porque empezó con la negativa del presidente a entregar ‘mermelada’ y terminó dando al por mayor y al detal, armó una coalición de gobierno sumando al final a Cambio Radical y sumando sectores individualmente de los partidos que se habían declarado en independencia. De la ‘mermelada’ al por mayor el ejemplo más claro es Cambio Radical al entregarle el Ministerio de Salud en sus dos versiones: Vargas Lleras y el charismo y al detal el ejemplo más desafortunado es el del famoso senador Manguito, a quien le entregó la electrificadora del Meta, que ya tiene hechos de corrupción'.
El senador José David Name, del Partido de la U, tampoco es optimista frente al panorama que se avecina: 'La relación del Ejecutivo con el Legislativo no llegó a consolidarse durante el primer año de Gobierno, por lo que era de esperarse que este distanciamiento se intensificara en medio de la pandemia, cuando la labor legislativa se vio desplazada ante la avalancha de decretos emitidos por el presidente'.
Para el representante César Lorduy, de Cambio Radical, es de resaltar el plan económico de la Casa de Nariño: 'El gobierno, a pesar de que hereda los efectos de la crisis migratoria, arranca a responder a los desafíos fiscales y sociales y a la necesidad de contar con $14 billones para atender las obligaciones del Estado, potenciar el crecimiento económico y fomentar la formalidad, entre otros propósitos. Para ello en octubre de 2018 presenta el proyecto de ley de financiamiento, aprobado por el Congreso en diciembre de ese año, pero cuya ley fue demandada y vuelta otra vez a presentar, y finalmente aprobada en diciembre de 2019'.
Y el senador Carlos Meisel, del Centro Democrático, sostiene que de las cosas positivas del mandatario están 'el avance en la implementación de los pliegos tipo, los índices macroeconómicos que llevaba el país antes de la pandemia eran positivos y estábamos creciendo al 4,5%, la nueva estructuración de los programas de vivienda, proyectos de energías renovables, generación E, el cierre de acuerdos comerciales, el esfuerzo en el sistema de salud en intervenciones y sanciones'.
No obstante, cuestiona que 'se prometió bajar la burocracia del Estado y eso no ha pasado, por el contrario se ha creado más; la conectividad en vías terciarias que prometió Colombia rural está caída en ejecución, con el Río Magdalena tampoco se ha hecho nada, los programas naranja de industrias creativas también fueron parte del discurso, pero en la práctica poco; y en la veeduría en la fuerza pública para atacar temas de corrupción, que son innegables, tampoco se ha avanzado'.