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El Ministerio de Salud informó este martes en un comunicado algunas de las pautas que trae el nuevo protocolo de bioseguridad que deberán cumplir las iglesias en su reactivación.

Dentro de las medidas una de las más importantes es que se garantice que todos los asistentes estén sentados, con distanciamiento físico lateral de 2 metros y sillas ubicadas en zigzag para que haya un metro de distancia hacia adelante y hacia atrás entre los feligreses.

Respecto al aforo, se llevará a cabo un plan piloto durante 15 días con un aforo máximo de 50 personas, siempre y cuando se cumplan los 3 metros de distanciamiento.

Al respecto, Claudia Cuellar, directora (e) de Promoción y Prevención de la cartera de protección social, explicó que 'culminado dicho piloto, se realizará otro, también con duración de 15 días, en donde se permitirá aforo al 35% con la distancia social de 2 metros entre personas sentadas y cumpliendo todas las medidas dispuestas'.

A estas disposiciones la funcionaria anunció además que hará el debido seguimiento y evaluación de estos planes en municipios no COVID-19 o con baja afectación.

Así mismo, indica la normativa que los responsables del lugar de culto deben informar previamente sobre los horarios y formas de participar en los servicios religiosos y actos litúrgicos.

Y se invitará a ir directamente de la casa a la celebración y al terminar, la población debe regresar inmediatamente a su hogar.

De igual forma, todo el personal que apoye la celebración debe estar capacitado en las medidas generales de bioseguridad y sobre la identificación de signos y síntomas del coronavirus. Para esto se invita a tomar la temperatura al ingreso, prohibir la entrada a personas con fiebre, desinfectar todas las instalaciones, garantizar el distanciamiento de 2 metros antes de ingresar al recinto y no permitir el ingreso de niños, niñas y adolescentes.

Además, las personas al ingreso se deben desinfectar las manos con alcohol glicerinado, como también las suelas de los zapatos de los feligreses. Todos los asistentes deben usar tapabocas con correcta postura y el personal de apoyo además debe usar protección ocular.

Cuéllar añadió en este sentido que 'uno de los puntos más importantes es que al momento de sentarse, se debe realizar una disposición de las instalaciones del lugar de culto que garantice el distanciamiento físico de dos metros de distancia lateral, un metro hacia adelante y un metro hacia atrás de distancia, entre persona y persona. No se permiten personas de pie, diferentes al personal de apoyo'.

El protocolo dispone también garantizar la aireación natural o ventilación de los lugares de culto, manteniendo puertas y ventanas abiertas; y por ninguna razón, se debe compartir papelería o documentos de mano a mano.

Y en la salida y fin del acto religioso, la logística debe garantizar que no se rompa el distanciamiento físico de 2 metros entre personas, que no se lleva a cabo ninguna actividad que implique manipulación de alimentos y garantizar el uso de baños públicos dentro de las instalaciones del culto, asegurando agua, jabón y toallas desechables.

Los feligreses, agrega el documento, deben permanecer en el mismo lugar durante el desarrollo de la misa o culto, no llevar cirios, velas o velones y evitar portar carteras u objetos no necesarios para la celebración.

Finalmente, el protocolo recomienda efectuar una inscripción previa para las asistencias a la congregación, ya sea por teléfono o correo electrónico para evitar aglomeraciones, al tiempo que se debería, se lee, llevar registro de las personas que ingresan y realizar las celebraciones litúrgicas de máximo una hora.

'Un aspecto importante es no saludar de manos, besos ni abrazos, y si presenta comorbilidades como hipertensión arterial, diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer, VIH, obesidad, desnutrición o es mayor de 60 años, debe abstenerse de ir', advirtió la funcionaria.

Más de 150 solicitudes

De acuerdo con los reportes, ya son más de 150 municipios no COVID-19 o con baja afectación los que están solicitando la reactivación de los servicios religiosos.

Sin embargo, la lista pudiese crecer exponencialmente tras el anuncio de los protocolos de la reapertura, ya que, por ejemplo, en Boyacá, que tiene 123 municipios, 80 dicen estar listos para volver a los templos, según lo informó en días pasados la secretaría de Desarrollo Empresarial del departamento, Jessica Albarracín.

Así mismo, en Cali, se habilitaría una veintena de iglesias que tramitaron el pasaporte sanitario expedido por la Alcaldía.

Dificultades económicas

A mediados de junio, la Iglesia Católica en Colombia anunció que quebraría en agosto próximo. Monseñor Luis José Rueda Aparicio, el nuevo arzobispo de Bogotá, aseguró al respecto que las parroquias se sostienen en un 90% gracias a las ayudas derivadas de las ofrendas de los feligreses.

Además, advirtió que entre 50 mil y 80 mil obras sociales, que se había comprometido a entregar la Iglesia Católica, se encuentran detenidas en medio de la crisis.

Por su parte, las iglesias cristianas aseguran que han tenido una reducción del 80% en sus ingresos, según le dijo el gerente de la Misión Carismática Internacional, John Andrés Cuervo, al portal La Silla Vacía.

Controversia

Monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, obispo auxiliar de Medellín y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, celebró la apertura del sector religioso: 'Hay muchas manifestaciones del anhelo de volver a las celebraciones litúrgicas (…) porque consideramos que el alimento de la fe en la gracia sacramental es una fuerza espiritual que necesitamos en este momento'.

Por su parte, el epidemiólogo Jorge Martín señaló que es 'un desacierto promover reaperturas en lugares donde haya aglomeraciones y más si es en espacios cerrados', sobre todo 'cuando un grupo de investigadores le está pidiendo a la Organización Mundial de la Salud que considere la infección por la vía aérea, con mayor riesgo en espacios cerrados'. Por ello, recomendó: 'Deberían crearse mecanismos en la virtualidad, porque la presencialidad con un incremento de 3.500 y 4 mil casos diarios, yo creería, con todo respeto, como también sucedería en discotecas, bares y restaurantes, que se puede incrementar el contagio'.