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La defensa del médico que le habría disparado el pasado jueves en horas de la noche a tres asaltantes en un puente de Bogotá, ubicado exactamente en la carrera 9 con calle 123, manifestó a través de un comunicado que la reacción de su cliente contra los agresores ocurrió tras recibir golpes con la cacha de un revólver, múltiples heridas con arma blanca e intento violento de arrastrarlo hacia un vehículo.

Tras estos hechos, según Hernando Benavides, abogado del médico, este se 'llenó de miedo y de valor para enfrentar con su arma a los sujetos'.

En diálogo con Blu Radio, el abogado del médico afirmó que 'él sale de su lugar de trabajo donde estuvo hasta las 10 de la noche. (...) Cuando subía al puente se dio cuenta que tres personas se bajaron de un carro. Más adelante lo hieren y él se defiende con los desafortunados resultados para la vida de estos señores'.

Aunque también fue encontrado un arma de fuego, se suscitó un debate porque los asaltantes tenían armas blancas, por lo cual no habría proporcionalidad; ya que el médico tenía un arma de fuego.

La primera hipótesis que se maneja es que el médico disparó en legítima defensa, lo cual este hecho estaría amparado por el artículo 32, numeral 6, del Código de Procedimiento Penal.

Dicho numeral estipula que no habrá lugar a responsabilidad penal cuando se obre por la necesidad de defender un derecho propio o ajeno contra injusta agresión actual o inminente, siempre que la defensa sea proporcionada a la agresión.

EL HERALDO consultó al abogado penalista Ranfis Narváez Noriega, quien afirmó que en caso de que termine siendo condenado, el trato penal para el médico debería ser de mínimo 3 años: 'El trato penal en el juicio debería ser diferente, la norma de la legítima defensa dice que la pena sería con base al mínimo de la sexta parte, es decir, la pena mínima está entre 8 meses y 17 años por homicidio, pero si lo hace excediendo los límites de la legítima defensa, no se aplicaría la pena mínima dicha sino que sería la sexta parte de esta, estaríamos hablando de 3 años; en caso tal se haya exagerado el actuar y no se demuestren otras circunstancias de agravación que contemple la norma penal'.

Dados los hechos, según medios capitalinos, el secretario de Seguridad de Bogotá, Hugo Acero, informó que el médico, con identidad reservada por seguridad, se entregó ante la Fiscalía en la noche del viernes 31 de enero, un día después de lo ocurrido, a la que le entregó el arma con la que disparó y el salvoconducto que tiene de ella. Sin embargo, quedó en libertad al día siguiente.