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Si los últimos meses han sido tormentosos para el cantante vallenato Jorge Oñate por cuenta de su presunta vinculación al homicidio de su primo Efraín Ovalle Oñate, que es investigado por la Fiscalía General, esta situación podría agravarse por el contenido de grabaciones telefónicas en poder del ente acusador.

Las interceptaciones, realizadas con orden judicial, contienen cerca de 15.000 conversaciones registradas a Oñate, familiares, amigos y aliados políticos suyos, en lo que ha sido un largo proceso para dar con los responsables del crimen del líder liberal, dirigente político de La Paz.

La investigación contra Jorge Oñate surgió porque familiares de Efraín Ovalle denunciaron que su homicidio se presentó días después de que un hijo del cantante –Jorge Luis–, pistola en mano, les reclamó por no haber apoyado la candidatura de su mamá, Nancy Zuleta. Ella perdió la alcaldía de La Paz en las elecciones de 2011 con Wilson Rincón, el candidato que sí tuvo el respaldo de Ovalle.

EL HERALDO tuvo acceso al interrogatorio de 6 horas que el cantante rindió el pasado 23 de septiembre, en el búnker de la Fiscalía. Además de insistir en que no tiene relación con el asesinato, registrado hace dos años, Oñate eludió sin mayores argumentos varias preguntas incriminatorias y revelaciones de sus conversaciones, con un 'no me acuerdo' o un 'no sé'.

Dinero al supuesto enlace con sicarios

El fiscal indagó a Oñate sobre una conversación que sostuvo con Eduardo Rodríguez, alias Eduard Chía, quien fue capturado tras ser señalado por dos Urabeños de haberlos contactado para matar a Ovalle. El fiscal le pregunta por qué en el primer interrogatorio dijo que nunca había tenido contacto con Rodríguez, sin embargo hasta le dio dinero a través de su tío Orlando Mendoza para que saliera de una 'necesidad', como acababa de expresarlo en el interrogatorio. A lo que respondió que lo hizo por el tío del detenido que era su amigo; explicó que le dio unos '200 o 300 mil pesos' y dijo que 'no recuerda' cuántas veces más le había dado dinero. Oñate respondió, además, que sabe que Chía está preso por el homicidio de Ovalle. En ese momento de la indagatoria, el fiscal pone el audio de una interceptación en la que el cantante dialoga con el capturado. Oñate le dice que estaba 'hablando con Orla (Orlando Mendoza), que vamos a la tarde para la oficina para cuadrar la cuestión esa'.

Amigos asisten a las audiencias

En el interrogatorio, el fiscal le pregunta a Oñate sobre si ha designado a alguien para que esté al frente del proceso de Eduard Chía, y el cantante dice que familiares y amigos suyos han estado en las audiencias, que son públicas y puede ir todo el mundo, 'pero no porque yo los mande'. Oñate niega que el abogado del capturado (de apellido Albarracín) lo tenga enterado del proceso y de las audiencias, y niega que otras personas lo hagan, ante lo cual el fiscal pone una interceptación entre Beto Martínez y el cantante. Este le ordena que 'hable con el teléfono en la oreja' y le anuncia que 'le mandé 200 mil'. Seguidamente, Oñate le indaga: '¿Usted fue a la fiesta?' y Martínez le responde que sí. '¿A qué se refiere con la fiesta?', pregunta el fiscal y el artista le dice que a una en las que él anda, aunque señala que esa llamada es con un 'familiar que iba a las audiencias'.

Buscaban antecedentes de la víctima

Jorge Oñate, sin embargo, luego termina aceptando que cuando habla de 'ir a la fiesta' se refiere a estar presente en la audiencia, pendiente de lo que allí pasa; tanto, que Rafael Martínez, hijo de Beto, le rinde cuentas de lo que pasa en una de esas sesiones:

– Jorge Oñate: Ya le mandé 200 mil pesos para gastos y eso, para taxis, almorzar.

– Rafael Martínez: Habló la hija del finado.

–Jorge Oñate: ¿Cuál de ellas, Andrea?

–Rafael Martínez: Sí.

–Jorge Oñate: ¿Qué dijo ella?

–Rafael Martínez: Relevante, dice que el primogénito (Jorge Luis Oñate) hizo unas acciones de amenazas el día de la contienda y nombra al primogénito y nombra al ‘jilguero’ (Jorge Oñate)también, y está hablando y dándole el matiz de la vaina política.

–Jorge Oñate: Eso es lo mismo, primo.

–Rafael Martínez: E incluso que el primogénito fue allá con un arma.

Oñate dice que quienes le informaban de las audiencias iban 'como familiares' ya que él no podía hacerlo por sus 'ocupaciones, mi profesión, mi arte'.

Entonces, al seguir escuchando esta interceptación se oye que Rafael Martínez menciona lo importante que es para Oñate conseguir los 'antecedentes penales del finado' con el propósito de 'destruir lo que ellos (la familia de Ovalle) dicen', es decir, que el móvil del homicidio fue político.

Se refería a que el abogado Albarracín había cuestionado en la audiencia, a la hija de la víctima, que si ella tenía conocimiento de alguna deuda familiar y si sabía que alguno de sus hermanos tenía 26 acciones penales por lo que debían.

–Rafael Martínez: Ahí nos toca buscar la cuestión, para estar armados, los antecedentes del finado. Hay que ir a Barranquilla, se lo pido por Dios, busque usted la vaina, no hay que esperar.

–Jorge Oñate: ¿Pero yo dónde voy a buscar eso? Ah, Victoria Mendoza, la hermana de un primo, trabaja en el Cuerpo Técnico de Investigaciones CTI, pero esta gente no quiere caminar. A mí me decían que tocaba buscar información del difunto, si alguien tenía información para demostrar que la muerte de Ovalle no tenía tinte político.

–Rafael Martínez: Primo yo voy a buscar en Bogotá con el número de cédula todo lo que consiga del finado para desvirtuar y para que parezca una vendetta entre narcotraficantes y las deudas de los hijos.

El fiscal indaga a Oñate sobre si conoce a Victoria Mendoza y este le responde que sí, que es hermana de Orlando Mendoza, es decir tía del capturado Eduard Chía. Ante la pregunta de si se valió de ella para obtener esos antecedentes, el cantante responde:

'Déjeme recordar no me acuerdo, no retengo haberle pedido eso a Victoria'. Ante esta respuesta, el fiscal le insiste en que él le dijo a Martínez que ella podía ayudarlo a conseguir los antecedentes de los Ovalle. 'Bueno, yo al primo (Orlando Mendoza) le pude decir eso, pero él nunca me ha entregado eso'.

Armando Gnecco Vega, alias Mandarino; Orlando Mendoza Zuleta, alias Guanábano, y Victoria Mendoza Zuleta, exfuncionaria del CTI.

¿Por qué usa lenguaje cifrado sobre este caso?

A la Fiscalía le llama la atención que en las interceptaciones que tiene en su poder, Jorge Oñate habla normalmente de diferentes temas, pero cuando lo hace sobre el caso de Ovalle, bien sea sobre las investigaciones, audiencias o gestiones, utiliza un 'lenguaje cifrado', incluso sus interlocutores. Así queda de manifiesto cuando Rafael Martínez le informa en una conversación que acudirá a unos 'compañeros de la Fisca (Fiscalía)' y le dice que 'hay que hablar con Chu a ver si con el cuñado me puede buscar eso'. Al preguntarle el fiscal quién es Chu, el artista vallenato dice que 'el Chu que me habla él, lo conoce es él', pero al insistirle el delegado del ente acusador sobre si está tratando de proteger a alguien, Oñate guarda silencio y luego responde: 'El Chu al que él se refiere… a los Jesús les dicen Chu. Creo yo que es Jesús Manuel López'. Admite que es un funcionario de la Procuraduría.

Igual lenguaje cifrado usa para referirse a los Ovalle, a quienes llama 'los señores de la O'.

En una de esas conversaciones cifradas, donde Oñate y Martínez hablan de que la 'fiesta (audiencia)' se va a reanudar y que 'todos los de la O' van a ser interrogados, por lo que 'el baile' no terminará mañana, el segundo le dice: 'Hasta ahora estamos comenzando. Nosotros podemos meter las pruebas'.

A qué pruebas se refiere, le pregunta el fiscal y Jorge Oñate le dice que 'lo que se estaba buscando'. Es decir que en el proceso estaban buscando la forma de involucrar el tema de la muerte por una deuda y no por razones políticas.

'El procurador está con nosotros'

También a la Fiscalía le llama la atención que Oñate, al estar muy pendiente del caso, quiere saber quiénes son los funcionarios públicos que dirigen este proceso, en el que ya hay 10 capturados, incluida Victoria Mendoza, su hermano Orlando Mendoza y Armando Gnecco Vega, alias Mandarino, sobrino del cantante, y a quien vinculan con la estructura criminal del capo Marcos Figueroa.

¿Por qué su interés por saber de los funcionarios que llevan el proceso y si ha intentado acercarse a esos funcionarios?, le pregunta el fiscal, a lo que Oñate responde que su interés no obedece a 'nada malo', e insiste en que es porque los Ovalle lo han mencionado a él y a su hijo, y niega cercanías con funcionarios de la Fiscalía y la Procuraduría.

Esto llevó al fiscal a sacar otra de las interceptaciones:

–Beto Martínez: (…) ya le tengo los nombres de la F y la P.

–Jorge Oñate: Primo, ¿y el de la J?

–Beto Martínez: Sí, ya el de la J me lo van a proporcionar.

El interrogado señala entonces que solo quería saber 'quién era el fiscal, el procurador, quién era el juez, simplemente para saber quiénes eran, no con ninguna finalidad'. '¿Usted –le pregunta el fiscal– ha tratado de corromperlos para favorecer sus intereses?, a lo que Oñate responde: 'No me acuerdo'. Lo dicho por el artista llama la atención del delegado de la Fiscalía, quien le dice que no comprende su respuesta, si Oñate no hace esas cosas todo los días.

Para refrescarle la memoria el fiscal sigue con la grabación:

–Beto Martínez: El de la P está con nosotros.

–Jorge Oñate: Sí, yo veo que está bien.

–Beto Martínez: Me dijo el amigo a quien usted le mandó el estuche, que la secretaria me dice que el concepto que tiene es que no va a haber condena, eso tiene muchas falencias.

Jorge Oñate: Deme la F.

–Beto Martínez: Se llama Luis Augusto Sepúlveda Reyes, fiscal delegado de la Unidad de los DD.HH (…), se puede manejar con el cuñado de ‘Coch’.

¿Cuál es el manejo que pretende darle con el cuñado de ‘Coch’?. ¿Quién es ‘Coch’?, indaga el fiscal, pero Oñate dice no saber nada.

Otra conversación cifrada es la que sostiene el cantante con Armando Gnecco; hablan de M y C, se refieren a un paseo de Escalona. ¿La composición de Escalona se refiere a muerte?, le pregunta el fiscal y Oñate, aunque es un conversación de febrero pasado, dice no recordar 'eso de la letra'.

EL HERALDO quiso dialogar con el cantante Jorge Oñate sobre su proceso, pero no fue posible contactarlo a través de su abogado.

Marcos Figueroa, alias Marquitos.

'¿Si no conoce a Marquitos por qué pregunta por él?'

En la investigación por el crimen de Efraín Ovalle, la Dijín y la Fiscalía establecieron que inicialmente habían contactado a dos sicarios de los Urabeños para que cometieran el crimen, pero estos no aceptaron. El homicidio fue cometido por hombres al servicio de Marcos Figueroa, alias Marquitos. Por eso fue capturado, entre otros, Armando Gnecco, alias Mandarino, hijo de un hermanastro de Jorge Oñate. En el interrogatorio el fiscal especializado le pregunta al cantante por Aura Figueroa. Este responde que en el primer interrogatorio le había preguntado por ella y que él no se había acordado 'bien' de una llamada que la mujer le hizo para un contrato musical en un matrimonio. Niega ante el fiscal haberla conocido antes y este le indaga sobre quién es el papá de la interlocutora. Oñate respondió que 'en cualquier momento' supo que el papá de ella era Marcos Figueroa y negó conocerlo. 'Si no lo conoce, ¿por qué pregunta por él?', le contrapregunta el fiscal. El interrogado dice desconocer en qué momento lo hizo. 'Si era la conversación del contrato, eventualmente yo le puedo preguntar por él, no lo tengo que conocer, porque él es el que va a pagar el contrato', dice Oñate para justificar el haber indagado por alias Marquitos.

DECISIÓN PENDIENTE

Luego de los dos interrogatorios a Jorge Oñate, la Fiscalía debe tomar una decisión sobre qué pasará con el cantante dentro de la investigación por el crimen del dirigente político Efraín Ovalle Oñate. La semana pasada estaba previsto que un comité evaluador se reuniera para decidir, pero el ente acusador no hizo ningún anuncio. 'Tal vez se conozca esta semana que entra', sostuvo una fuente.

Política y familia

En La Paz hay quienes afirman que la 'vena política' de Jorge Oñate le nació por su parentesco con los Gnecco, clan familiar que además de ser uno de los grupos políticos fuertes de la región –el actual gobernador es Luis Alberto Monsalvo Gnecco, hijo de la matrona Cielo Gnecco Cerchar– ha sido relacionado con el paramilitarismo. Es el caso de Jorge Gnecco Cerchar, asesinado hace 13 años por su presunto aliado Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, excomandante del Bloque Norte de las AUC.

Gustavo y Jesualdo Gnecco Oñate, hermanos de madre de Jorge Oñate –el apellido paterno de este es González– son hijos de un tío de Cielo y Lucas Gnecco Cerchar, exgobernador del Cesar condenado por constreñimiento al elector y padre del actual senador del partido de La U José Alfredo Gnecco. Jesualdo Gnecco es el papá de Armando Gnecco, alias Mandarino. Este fue capturado el pasado 6 de agosto por investigadores de la Dijín como 'determinador del homicidio' de Efraín Ovalle. En el comunicado de la captura, la Policía afirmó que Mandarino 'se encargaba de financiar la organización delincuencial de Marquitos Figueroa', capo guajiro del narcotráfico y del contrabando de gasolina capturado hace 11 días en Boa Vista, Brasil. Además de Mandarino, la Dijín capturó a Orlando Mendoza, alias Guanábano o Profesor. De su detención la Policía informó que obedeció al delito de concierto para delinquir con fines de homicidio. También por el crimen de Ovalle fue capturada Victoria Mendoza, funcionaria del CTI de la Fiscalía en el Atlántico. La Policía dijo que ella 'aprovechando su vínculo laboral extraía ilícitamente información confidencial requerida por los coautores y determinadores del homicidio (de Ovalle), así mismo suministraba información del estado de los procesos judiciales'.