Un nuevo capítulo se abre en la investigación por la muerte de Diego Fernández Lima, un adolescente que desapareció en 1984 y cuyo cuerpo fue encontrado en mayo de 2025, contiguo a la casa en la que vivió el cantante Gustavo Cerati.
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Los restos del joven encontrados en el barrio de Coghlan, en la ciudad de Buenos Aires, capital de Argentina. Ahora su familia pide a la fiscalía de ese país que busque más fragmentos óseos en el lugar.
Y es que, de acuerdo a los abogados de la familia de Diego, su cuerpo no fue encontrado en su totalidad, según describe el informe del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) que dijo haber encontrado un “esqueleto casi completo”.
Para el equipo de defensa en el patio de Norberto Cristian Graf, excompañero de escuela del joven muerto, todavía podría encontrarse los restos faltantes del que habla el informe del EAAF.
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Asimismo, pidieron que se identifique a la persona que llamó a los organismos de emergencia alertando por el hallazgo del cadáver que se dio en la propiedad de avenida Congreso 3742.
Pero no solo eso, fueron más allá y exigieron que el Registro de la Propiedad Inmueble de Buenos Aires emita un informe que dé cuenta de los titulares de los terrenos de la manzana en la que fue encontrado el cuerpo desde la fecha de la desaparición del joven hasta la actualidad.
Los huesos de Diego fueron hallados el 20 de mayo de este año por un albañil que adelantaba obras en un edificio ubicado al lado de la propiedad de los Graf, justo en ese terreno a principios de los 2000 vivió Gustavo Cerati en un chalé.
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Tras la alerta al lugar acudieron funcionarios de la Comisaría Vecinal 12C y de la Unidad Criminalística Móvil (UCM) quienes en sus labores técnicas lograron recabar 151 piezas óseas, un reloj y una corbata azul. La EAAF también hizo lo propio y tras una intervención arqueológica recolectaron una etiqueta de prenda de vestir y restos de calzado.
Durante las labores forenses, los especialistas lograron detectar una herida que se habría causado con una arma cortopunzante en una de las costilla, así como marcas en la extremidades que darían cuenta que intentaron manipular el cuerpo o desmembrarlo.
Según describió el fiscal del caso, Graf se mostró preocupado cuando se adelantaba la excavación y le dijo a los obreros que no talaran un árbol lo que alertó a los investigadores. Eso sin contar con las declaraciones contradictorias que ha dado por el caso.