En Irán, pasear perros por las calles o transportarlos en vehículos particulares vuelve a estar en el centro del debate, tras el anuncio de un nuevo paquete de restricciones promovido por fiscales de varias regiones del país. La medida, que refuerza una prohibición establecida en 2019, se fundamenta en razones de salud pública y orden social, según comunicaron medios estatales iraníes.
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El endurecimiento de esta política responde a un mandato religioso más amplio que considera la convivencia con perros como una práctica impura y contraria a los principios del islam chiita dominante en el país.
“La oración no es válida con la presencia de pelo de perro”, afirma un texto religioso previamente divulgado por el líder supremo Alí Jamenei, quien ha expresado de manera reiterada su rechazo a la tenencia de estas mascotas.
Para las autoridades judiciales, la exposición pública de perros representa una amenaza no solo sanitaria sino también cultural. Fiscales de ciudades como Isfahán y Hamadán han ordenado a la policía confiscar vehículos en los que se transporten caninos y clausurar clínicas veterinarias y tiendas de mascotas que operen sin autorización.
Seyed Mohammad Moussavian, fiscal en Isfahán, indicó al respecto: “Se ha instruido a las fuerzas de seguridad para confiscar los vehículos infractores y sellar los establecimientos que promuevan esta práctica contraria a nuestra identidad”.
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Aunque la tenencia privada de perros no está penalizada, las nuevas disposiciones prohíben exhibirlos en espacios públicos. El Ministerio de Cultura y Orientación Islámica mantiene vigente la prohibición de toda forma de publicidad relacionada con mascotas o productos para su cuidado.
La agencia oficial IRNA confirmó que las sanciones ya no serán una advertencia simbólica, sino que se aplicarán con mayor rigor. “La norma existe desde hace varios años, pero ahora se ha decidido actuar con la seriedad necesaria”, informó el medio estatal.
Grupos defensores de los derechos de los animales han denunciado en el pasado que este tipo de políticas criminaliza la tenencia responsable de mascotas y fomenta actitudes de rechazo hacia ellas. Sin embargo, las autoridades insisten en que el objetivo no es castigar a los ciudadanos, sino preservar los valores sociales y religiosos establecidos.
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Hasta el momento, no se ha anunciado una fecha exacta para la implementación de las nuevas sanciones, pero se espera que su aplicación se extienda de forma gradual en las provincias que respaldaron la medida.
