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Jair Lara Posada y Maryuri Blanco Franco, de 24 y 22 años, respectivamente, jamás imaginaron que el amor que iniciaron por internet y que poco tiempo después se consolidó con el matrimonio, iba a terminar en los estrados judiciales y en amenazas.

Él, oriundo del corregimiento Angosturas, en el municipio de San Zenón, Magdalena y ella, de Cúcuta, se conocieron a través del chat, iniciando un romance virtual.

Sin embargo, dos meses después, juraron amor eterno ante un altar.

Se casaron en Santa Marta, hasta donde la enamorada mujer había llegado tras abandonar la casa de sus padres en la capital nortesantandereana.

Los familiares de Maryuri nunca vieron con buenos ojos ese matrimonio, pero a regañadientes aceptaron su decisión.

Se casaron en diciembre del 2019. Fue una boda sobria, en donde ambos lucieron muy elegantes y se les veía enamorados. Ella estuvo sola, pues ninguno de sus allegados asistió

Después del matrimonio fueron muy pocas las veces que Maryuri se comunicó con su familia, pero llegó el momento en donde el contacto se perdió totalmente. Todo parecía indicar que la joven habría cambiado el número de su celular.

Fue en ese momento cuando los familiares decidieron no meterse más en su vida.

Video que impactó

En octubre una video llamada de la joven cucuteña impactó a sus familiares. La notaron muy delgada, ojerosa y con moretones.

Sin dudarlo sus hermanas se movilizaron hasta Santa Marta para conocer qué estaba pasando.

Llegaron a la clínica en donde estaba internada y se la llevaron para Cúcuta no sin antes denunciar a Jair ante la Fiscalía por abuso sexual y lesiones personales.

Una hermana de Maryuri, dio a conocer la epicrisis de la clínica en donde - según denunció - había muestra de los golpes a que ella fue sometida.

'Se evidencia hematoma en proceso de resolución en mentón. Paciente femenina con diagnósticos y problemáticas establecidas. Se evidencia candidiasis oral, para lo cual ya se le había ordenado manejo con fórmula magistral. Se evidencia dermatitis de pañal en glúteos, periné, región ingional bilateral, muslos en proceso de cicatrización'.

Soy inocente

El joven dijo que su mujer venía mostrando problemas siquiátricos, dormía poco y no comía. Se golpeaba ella misma y se mordía los labios.

Jair Lara juró que todo de lo que se le acusa es falso, y mostró la epicrisis de cuatro centros asistenciales a los que llevó a Maryuri.

'Soy inocente de todo lo que se me acusa por redes sociales y periódicos nacionales; me han calumniado y acusado sin soporte médico ni legal', comentó en un video.

Y agregó: 'Exijo en nombre de Jesús que cesen las acusaciones y que esperen que la justicia terrenal haga el proceso y salga la verdad'.

'En ningún momento he golpeado a mi esposa, soy incapaz de hacerle daño porque la amo. Luché con ella mucho para consolidar este amor y llevarlo al matrimonio', precisó.

Jair afirmó:'tengo temor por mi vida y por la de mi familia'.

Ante este hecho y otras denuncias contra Jair, los habitantes del corregimiento de Angosturas protestaron y con una marcha pidieron quitar la mancha que han colocado sobre su nombre.