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Ante el posible escenario de una venta de la empresa Triple A, el Distrito de Barranquilla se ha declarado a la expectativa para aumentar su participación accionaria, la cual está en estos momentos en un 14,50%.

En la actualidad, Barranquilla tiene menos acciones en esta compañía que Interamericana de Aguas y Servicios S.A, Inassa, propiedad de Canal Isabel II, que tiene un 82,16%; la restante porción minoritaria, 3,34%, la poseen 5.490 accionistas privados, entre personas jurídicas y particulares.

Gremios y congresistas han respaldado la posición del Distrito de querer aumentar su participación accionaria. ¿Pero, a qué responde este objetivo?

De acuerdo con el balance general 2015 de Triple A, la organización tuvo utilidades por $50.701 millones, de los cuales, por los porcentajes accionarios, le corresponden al Distrito $7.351 millones; a Inassa, $41.656 millones y a los accionistas minoritarios $1.693 millones. El objetivo de la administración distrital, en cabeza del alcalde Alejandro Char es mejorar las acciones, que en 1991 sumaban el 85%, ya que eso generaría más utilidades que podrían ser reinvertidas en programas sociales, tal como ocurre con las Empresas Públicas de Medellín.

En las últimas horas, el alcalde Char confirmó el interés del Distrito en incrementar dicha participación, aprovechando que la ciudad está en una nueva posición económica. 'La ciudad ha sido parte de esa Triple A que está haciendo bien la tarea. El Distrito es socio en un porcentaje que ha venido bajando a lo largo de los últimos años, pero ha sido parte de la empresa y nosotros asistimos a todas las juntas', indicó el mandatario.

Justamente, sobre la posibilidad de que Canal de Isabel II venda sus negocios en Colombia, que maneja Inassa, EL HERALDO consultó España al grupo económico y este respondió en días pasados, vía correo electrónico, que, en efecto, está en una 'reflexión estratégica' y señaló que en el análisis de todas sus áreas 'también se incluye la internacional'.

Al respecto, Char señaló que se enteró por la prensa que Canal Isabel II quiere vender sus activos en Latinoamérica, donde –salvo Triple A– no le ha ido muy bien, y por eso Barranquilla quiere 'proteger ese legado de buena administración que tiene esta empresa'.

Esa situación tiene que ver con los debates y denuncias que en la Comunidad de Madrid se han llevado a cabo, en medio de pugnas internas del Partido Popular (PP) a las que se han sumado el PSOE, Podemos y Ciudadanos, sobre la administración de las empresas en América, en especial en Brasil. En esos debates, Triple A ha figurado, de acuerdo con registros de prensa, como la 'joya de la corona' por las utilidades generadas a Canal Isabel II.

Cómo comenzó la empresa

A comienzos de 1991, el Comité Intergremial del Atlántico lideró un movimiento cívico que impulsó la creación de la empresa Triple A como respuesta ciudadana a la crisis de las Empresas Públicas Municipales, EPM, durante sus últimos 20 años de existencia. (Ver infografía)

La ciudad era un caos en materia de acueducto, alcantarillado y aseo.

Ayer, el abogado César Lorduy Maldonado recordó, en su columna de EL HERALDO, que 'para la época, los servicios prestados por las E.P.M. en Barranquilla tenían una cobertura de solo el 60% en acueducto y 50% en alcantarillado. Mucha agua llegaba a los barrios en carrotanques de propiedad, entre otros de concejales. Un poco más se transportaba en carro e mulas y al hombro de mujeres, hombres y niños que madrugaban y recorrían grandes distancias para tener acceso al precioso líquido'.

Señaló, además, que las válvulas eran manipuladas por algunos para que el agua les llegara a unos pocos. 'Políticos construían redes y plantas por donde nunca pasó el agua, pero que cambiaban por votos. El nivel de perdidas estaba en el 30% y, lo peor, los que recibían el servicio no pagaban; otros, con trampas, hasta lograban que les borraran las deudas'.

Por los problemas de potabilidad generaban constantes epidemias de gastroenteritis que mataban cada año a decenas de niños, en especial hijos de familias de escasos recursos.

Inassa fue constituida en 1996 en Barranquilla por Aguas de Barcelona, que en ese momento había sido contratada como socia operadora de la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo. Al llegar, adquirió el 13% de las acciones.

En la administración de Édgar George (1996-1997), quien reemplazó a Hoyos tras el primer gobierno de este, cambió la estructura accionaria de Triple A. Ingresó Inassa y desde entonces se han dado diversos cambios en la composición de la sociedad y en el paquete accionario.

De acuerdo con reportes de prensa de la época, el entonces alcalde Bernardo Hoyos reveló en una alocución, en 1998, que los propietarios mayoritarios de Inassa eran Aguas de Barcelona 51% y Fidugán 49%, fideicomiso ganadero propiedad de Enrique Gerlein y Enrique Gerlein Jr; Luis Nicolella de Caro, Julio Luis Jácome y Luis Cárdenas Gerlein, entre otros.

Con el transcurrir del tiempo, el Distrito, sometido a la ley 550 tras los descalabros en la segunda administración de Hoyos, fue perdiendo su participación accionaria hasta quedar con el 14,50%, a pesar de que el Acuerdo 023 establecía que la participación del Distrito sería del 85% y el 15% era para el sector privado.

En 2001, cuando se había expandido en varios países, Inassa fue adquirida por Canal de Isabel II a través de Canal Extensia, una filial creada para atender los negocios en América Latina.

Posteriormente, en 2006 la asamblea de accionista de Triple A aprobó un incremento en el capital. Debido al maltrecho estado financiero del Distrito, este no pudo capitalizar y disminuyó ostensiblemente su participación, al punto de que Inassa aumentó sus acciones hasta llegar en 2007 al 82,16%. Hoy en día Barranquilla apenas con el 14,5% pero con una nueva posición tras superar su crisis financiera, quiere retomar parte de esas acciones y aumentar su participación por lo ya explicado, manteniendo el 'manejo eficiente' que Triple A ha fortalecido al punto de que sus servicios son considerados como un 'ejemplo' nacional e internacional.