Compartir:

Argemiro Suárez Muñoz fue el nombre que dio el padre del joven acribillado de 12 balazos en el barrio La Luz.

El hombre llegó a las instalaciones de Medicina Legal en la mañana de ayer para reclamar el cadáver de su hijo, de 21 años de edad.

Argemiro Suárez Quintero reconoció que se había distanciado de su hijo desde hacía 17 años. Dijo desconocer a qué se dedicaba, solo tenía referenciado que este residía en el barrio Las Américas, sur de Barranquilla.

'No sé nada de él', era la respuesta a la mayoría de las preguntas que le hacían sobre su hijo.

El padre señaló que entre domingo y lunes le contaron en dos ocasiones de la muerte del último de sus 14 hijos. 'Primero estaba en mi casa y me fueron a avisar que lo habían matado en La Luz y esta mañana (ayer) que llegué al mercado me dijeron lo mismo', explicó el comerciante.

Al ver la foto en el periódico confirmó aquello que le habían dicho. Leyó la noticia y se enteró que a Argemiro le habían disparado en 12 ocasiones y lo habían dejado a un lado del Caño de la Auyama, sin zapatos.

'De lo que haya pasado no sé absolutamente nada', repitió la frase el padre.

Investigación

El coronel Harold Barrera, comandante operativo encargado de la Policía Metropolitana de Barranquilla, manifestó que aún no se puede establecer el móvil definitivo del hecho pues la investigación está en curso. 'Al parecer este sujeto hace parte de estructuras delincuenciales', fue la única pista que dio el uniformado.

En los registros de la Policía, el nombre Argemiro Suárez Muñoz, se encuentra relacionado con el alias de ‘el Menor’.

En mayo del año pasado, el fallecido en la madrugada del domingo había sido capturado con una granada y 16 balas calibre 5.56, especiales para fusiles y ametralladoras.

Esta captura sucedió en el barrio Don Bosco de Soledad. 30 días después, ‘el Menor’, de acuerdo con información de los archivos de EL HERALDO, permanecía en la estación de Policía de Malambo.

En este lugar fue notificado por presuntamente hacer parte de la banda delincuencial ‘los Pelaos’, dedicada al cobro de extorsiones a comerciantes y vehículos surtidores de alimentos en el barrio La Central de Soledad.

Según fuentes cercanas a la investigación que dio con la captura de la banda delincuencial, estaban al servicio de ‘los Rastrojos’. Los llamaban ‘los Pelaos’ debido a las edades de sus integrantes, que oscilaban entre los 19 y 25 años de edad.

Le fueron imputados los delitos y fue asegurado en mayo del año pasado en la cárcel Modelo de Barranquilla. De este establecimiento quedó en libertad y se perdió del entorno de las autoridades hasta el pasado domingo, cuando fue ultimado en la calle 5 con carrera 23 del barrio La Luz.