
Papa convivirá con reos, trabajadores y migrantes en cierre de viaje a México
La Casa del Migrante, hogar que ha atendido a más de seis mil personas migrantes de diversas partes será parte del recorrido del sumo pontífice.
El papa Francisco cumplirá hoy en la fronteriza Ciudad Juárez, en el norteño estado de Chihuahua, la última jornada de su visita a México, iniciada el 12 de febrero, en la que convivirá con reos y trabajadores, y oficiará una misa con migrantes.
La jornada de Francisco en la localidad norteña comenzará a las 10.30 hora local con una visita al Centro de Readaptación Social Estatal 3, una cárcel mixta en la que celebrará una eucaristía.
En la prisión le esperan 600 reclusos hombres, 100 mujeres, 250 familiares de internos, 50 miembros de la pastoral penitenciaria y 50 más de la fiscalía responsable de las penitenciarías de Chihuahua.
El papa se dirigirá después al Colegio de Bachilleres para tener a las 12.00 hora local un encuentro con 3.650 personas, en su mayoría empleados de las maquiladoras (empresas manufactureras), una industria que ofrece trabajo a unas 270.000 personas en esa población.
Posteriormente tiene programada una misa a las 16.00 hora local en un antiguo recinto ferial, a la que se espera la asistencia de miles de migrantes y representantes de otros grupos vulnerables, como familiares de desaparecidos o de víctimas de feminicidios, los asesinatos de mujeres que hicieron mundialmente famosa a Ciudad Juárez las dos últimas décadas.
Antes de dicha celebración, Francisco rezará frente al Río Bravo, que divide a México y Estados Unidos, a los pies de una cruz y acompañado de unos viejos zapatos y sandalias que simbolizan el drama de la migración.
"Habrá un reclinatorio, se hincará, orará por aquellos migrantes que han muerto, por aquellos que están en Estados Unidos o están en la cárcel o están sufriendo las redadas, por todo lo que sufren los centroamericanos en México", afirmó a periodistas en el lugar el padre Javier Calvillo, director de la Casa del Migrante de Ciudad Juárez.
El pontífice "hará un momento del reflexión, se parará, dejará una ofrenda" y todo el tiempo permanecerá "rodeado de muchos zapatos, huaraches (sandalias) que los migrantes dejan aquí, bajará y se irá a celebrar la santa misa", añadió el sacerdote.
Después de la misa Francisco será objeto de una ceremonia de despedida a las 19.00 hora local (01.00 GMT del jueves) en el aeropuerto internacional de Ciudad Juárez, con la presencia del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, tras lo cual volará de regreso a Roma.
La Casa del Migrante, "un pedacito de cielo" entre México y EEUU
Techo, aseo, comida, asistencia legal, pero sobre todo amor. Eso es lo que ofrece la Casa del Migrante de Ciudad Juárez, "un pedacito de cielo en medio del desierto", entre México y Estados Unidos, y una muestra del lado oscuro de la migración que conocerá hoy el papa Francisco.
Inaugurado en 1989 bajo el paraguas de la Diócesis de Ciudad Juárez, el albergue es atendido por los Misioneros de San Carlos, comunidad fundada por el beato italiano Juan Bautista Scalabrini en 1887 para el servicio de los migrantes y refugiados.
A la cabeza del centro está el padre Javier Calvillo, muy solicitado estos días por la prensa, con motivo de la visita del papa a esta población fronteriza, el punto final de una intensa gira por México que desde el viernes le ha llevado por cinco estados.
No en vano, el albergue aportará un centenar de los 2.200 migrantes invitados en las primeras filas, junto con otros grupos vulnerables, a la misa que el pontífice oficiará en la feria de Ciudad Juárez, a escasos metros del Río Bravo, que separa a los dos países.
La Casa del Migrante intenta "suplir en algo, con calor, ropa, cama, médico, alimento, deporte, naturaleza", las profundas carencias de los migrantes, que "cuando salen, dejan casa, familia, amigos, tierra, cultura", explica Calvillo a un grupo de medios, entre ellos Efe.
El objetivo es que cuando llegue, agotado por el cansancio de largas travesías a pie o derrotado tras haber sido deportado en EEUU, "se sienta cómodo, en familia, aunque sabemos que nunca vamos a suplir ni a su esposa, ni a sus papás ni a sus hijos", reconoce el cura.
Según Calvillo, en 2015 el hogar atendió a 6.453 personas de procedencia diversa.
"El primer lugar lo ocupan los centroamericanos, el segundo los deportados, el tercero los niños y menores acompañados y no acompañados, y el cuarto las familias que vienen huyendo de la violencia de Michoacán, Tamaulipas, Guerrero, Oaxaca", detalla.