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El presidente francés se comprometió ayer a atacar sin piedad al grupo Estado Islámico luego que el grupo yihadista admitió que organizó los ataques más letales infligidos a Francia desde la Segunda Guerra Mundial.

François Hollande, quien declaró tres días de luto nacional y elevó la seguridad de la nación a su máximo nivel, calificó la matanza de 'un acto de guerra que fue preparado, organizado y planificado desde el extranjero, con ayuda interna'.

Hollande dijo que al menos 129 personas murieron la noche del viernes en tiroteos en cafés de París, atentados suicidas cerca de estadio nacional de Francia y una toma de rehenes con masacre dentro de una sala de conciertos.

Mientras el presidente hablaba a la nación, la policía antiterrorista francesa trabajaba para identificar a posibles cómplices de los ataques que se sabía participaron en los ataques. La policía informó que halló un pasaporte sirio en el cadáver de uno de los terroristas suicidas cerca del estadio nacional en París.

En un comunicado escrito en francés y árabe y publicado en internet, Estado Islámico se adjudicó el sábado la autoría de los ataques. La declaración se mofa de los ataques aéreos de Francia afirmando que 'no sirven para nada, ni siquiera para proteger las podridas calles de París'. El texto llevaba el logotipo del grupo y era similar a declaraciones previas del grupo.

El ministro del Interior Bernard Cazeneuve anunció que quedan prohibidas todas las manifestaciones públicas hasta el jueves, y que cada gobierno local tiene la potestad de declarar un toque de queda si lo considera necesario. Añadió que serán despachados refuerzos policiales y militares a edificios públicos de importancia.

Muchas atracciones turísticas en París estuvieron cerradas ayer, inclusive la Torre Eiffel, el museo Louvre y el parque Disneyland París.

Parisinos están furiosos. Los parisinos se expresaron acongojados, enfurecidos y angustiados por la tragedia, pero al mismo tiempo se mostraron desafiantes.

Cientos de personas salieron del estadio de fútbol la noche del viernes ondeando banderas francesas y cantando el himno nacional. Otras acudieron a un hospital cercano para donar sangre. Ofrendas florales se acumulaban en las aceras mientras un músico tocaba la guitarra y cantaba 'Imagine', la canción pacifista de John Lennon.

Como ejemplo del temor en los países vecinos de que estallen similares en su territorio, el gobierno británico convocó a una reunión emergencia del grupo Cobra, que abarca los máximos dirigentes de sus agencias de seguridad nacional. Italia también elevó al máximo su nivel de seguridad en lugares públicos y fronteras nacionales.

El primer ministro británico David Cameron dijo que hay británicos entre los muertos en París, pero se negó a dar detalles. Advirtió que el grupo Estado Islámico es una amenaza 'que está evolucionando'.

La identidad, un misterio. Hollande atribuyó la masacre a lo que describió como 'un ejército terrorista, el grupo Estado Islámico, un ejército yihadista, contra Francia, contra los valores que representamos: Un país libre que significa algo para todo el mundo'.

La identidad de los agresores, al menos de forma pública, seguía siendo básicamente un misterio. Se desconocía su nacionalidad, sus motivos e incluso su número exacto. Las autoridades anunciaron la muerte de ocho atacantes, siete de ellos en atentados suicidas, una estrategia terrorista que no se había utilizado antes en Francia. Otro agresor murió abatido por la policía.

En Twitter, muchos yihadíes elogiaron de inmediato a los agresores y criticaron las operaciones militares de Francia contra extremistas del grupo Estado Islámico.

La portavoz de la fiscalía Agnes Thibault-Lecuivre dijo que las autoridades no podían descartar que hubiera otros agresores fugados.

Hollande dijo que Francia -que ya bombardea objetivos del grupo EI en Siria e Irak como parte de la coalición liderada por Estados Unidos y tiene tropas combatiendo a extremistas en África- 'será implacable contra los bárbaros del grupo Estado Islámico'.

Cancelan conciertos

La banda estadounidense Foo Fighters y los irlandeses de U2 cancelaron sus conciertos previstos en Francia, tras los atentados de París.

U2 suspendió las dos actuaciones de ayer y hoy en París, para las que ya se habían desplazado a la capital francesa, por lo que decidieron acudir a la sala Bataclan, donde murió la mayoría de las víctimas, para rendir un pequeño homenaje.

Bono, David Howell Evans ‘The Edge’ y Adam Clayton llevaron unas flores que depositaron en la acera frente a la sala, en la que se acumulaban ya decenas de ramos y velas en honor a los fallecidos.

Por su parte, los Foo Fighters cancelaron los conciertos que les quedaban para finalizar su actual gira. La banda liderada por Dave Grohl debía actuar mañana en París y el martes en Lyon y el jueves en Barcelona.