El presidente de Ecuador, Rafael Correa, informó anoche que, de momento, 272 personas murieron y otras 2.068 resultaron heridas por el terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter que asoló el sábado la zona norte de la costa de ese país.
'Temo que esa cifra aumentará porque seguimos removiendo escombros', dijo pasadas las 10:30 p.m. en sus primeras declaraciones en el país, pues ayer regresó de Europa, donde participó en un foro académico organizado por el Vaticano.
El sismo es el séptimo más mortífero de los últimos 20 años en Latinoamérica, por debajo de los ocurridos en Haití (2010), Colombia (1999), El Salvador (enero y febrero de 2001), Perú (2007) y Chile (2010).
El vicepresidente del país, Jorge Glas, quien había asumido el control de la crisis hasta el regreso de Correa, remarcó que la cifra de fallecidos podría aumentar debido a los daño generados en la zona afectada.
Luego de realizar un recorrido por poblaciones como Manta y Portoviejo, Glas anunció en rueda de prensa el número de víctimas hasta el momento y reiteró que no hay alerta de tsunami.
También se hacen esfuerzos por restablecer en lo posible el normal suministro de los servicios básicos y que las instituciones estatales brinden a los afectados asistencia en salud y alimentación.
ESTADO DE EMERGENCIA
El terremoto se produjo a las 6:58 p.m. (hora ecuatoriana) entre los balnearios costeros de Cojimíes y de Pedernales, en la provincia de Manabí y colindante con la vecina Esmeraldas, que también ha sentido el impacto de las réplicas.
El Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional, que vigila la actividad sísmica y volcánica en el país, indicó que las más de 60 réplicas registradas durante las seis horas posteriores alcanzaron magnitudes de entre 2,5 y 5,3 grados en la escala de Richter.
El instituto no descarta que ese comportamiento de permanentes réplicas continúe por horas o días.
Tras el desastre, el Gobierno ecuatoriano declaró el estado de emergencia en las provincias de Esmeraldas, Manabí, Guayas, Santo Domingo de los Tsáchilas, Los Ríos y Santa Elena, así como el estado de excepción en todo el territorio nacional.
Además fue dada la orden de movilizar a 10 mil efectivos de las fuerzas armadas de Ecuador y 3.500 policías a las zonas afectadas, mientras que el presidente Correa, de visita en el Vaticano, regresaba al país.
En su cuenta de Twitter (@MashiRafael), Correa trinó en la mañana: 'Barrio Tarqui de Manta, muy afectado. Pedernales destruido. Vicepresidente se dirige a Portoviejo'.
Según el Ministerio de Obras Públicas, varias vías en las provincias de Manabí, Bolívar, Zamora Chinchipe y Pichincha están cerradas.
LABORES COMPLEJAS
La situación en Pedernales, zona del epicentro, es consideradas entre las más graves causadas por el movimiento telúrico. Glas aseguró que ha resultado 'bastante compleja' la tarea de rescate de víctimas entre los escombros de las viviendas que se han venido abajo, y que los equipos de socorro han tenido dificultades para llegar.
Según vecinos de Pedernales, serían decenas las personas atrapadas por el colapso de viviendas y por ello temen que el número de víctimas aumente en la medida que avancen las tareas de remoción de escombros.
'Queridos ciudadanos, tenemos la fuerza para superar este momento de dolor y tragedia. No dejaremos a ningún ciudadano solo', afirmó Glas.
Glas insistió en que todas las instituciones están en 'máxima alerta' para atender la situación y que ha dispuesto el envío de un hospital móvil a Pedernales.
TEMOR Y DESESPERO
Los vecinos de Pedernales tratan de hacerse a la idea de lo ocurrido pero, 24 horas después del temblor, 'la población tiene todavía el temor marcado en el rostro', dijo ayer el técnico de Cruz Roja Fernando Rueda.
'Muchas de las personas no están en sus casas, pero permanecen cerca' ante el riesgo de que puedan producirse el saqueo de sus propiedades, comentó Rueda, quien forma parte del equipo enviado por la organización humanitaria al lugar más afectado por la sacudida.
Unos 70 voluntarios de la Cruz Roja, entre ellos médicos, paramédicos y voluntarios en atención prehospitalaria y psicosocial, integran el contingente del organismo.
También psicólogos y especialistas en el restablecimiento de contacto familiar forman parte del grupo, que se ha instalado en el estadio de Pedernales, lugar al que son trasladados los heridos, muchos de ellos tras ser rescatados de entre montañas de escombros formadas al desplomarse edificios.
NO SE AVIZORA EPIDEMIA
El técnico en gestión de riesgos explicó que a su llegada a Pedernales, los integrantes de Cruz Roja pudieron apreciar que 'la gente estaba desesperada, con el susto del evento' reflejado en su expresión, y agregó que los que han ido al estadio a solicitar ayuda 'todavía no asimilan la magnitud' de la catástrofe.
Por ello, consideró previsible que con el paso del tiempo muchos heridos y familiares de víctimas sufran procesos depresivos y, por ello, el contingente de Cruz Roja incluye dos especialistas que les ofrecen apoyo psicológico.
Estos expertos se encargan también de asistir en una primera intervención a los familiares de fallecidos que llegan al estadio, donde se ha instalado un punto de registro de cadáveres.
Sobre las necesidades más apremiantes para la atención a los afectados, el integrante de Cruz Roja dijo que son necesarios equipos de sutura y medicamentos como analgésicos y antiinflamatorios.
Rueda dijo que por el momento no se ha detectado la presencia de vectores, como especies de mosquitos o roedores, que puedan transmitir enfermedades y, de otro lado, comentó que los cadáveres recuperados están siendo retirados por sus familiares, por lo que la presencia de 'una epidemia no se avizora'.
El especialista remarcó la importancia de que la población siga las informaciones suministradas por instituciones oficiales y desoiga algunos 'rumores infundados' que se han propagado.
SOLIDARIDAD MUNDIAL
Varios líderes mundiales expresaron su solidaridad con Ecuador, como El presidente ruso Vladimir Putin, que transmitió sus condolencias mediante un telegrama remitido a Correa.
'En Rusia compartimos el dolor y el pesar de aquellos que perdieron a familiares y seres queridos como resultado de esa catástrofe', según informó el Kremlin.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, también lamentó los efectos del terremoto y ofreció ayuda de su país. 'Mis más sentidas condolencias a las víctimas. Estados Unidos está preparado para asistir y apoyar al pueblo ecuatoriano'.
El drama que vivieron dos barranquilleros
Momentos de angustia vivieron dos barranquilleros en diferentes ciudades de Ecuador, a raíz del terremoto que azotó el sábado al vecino país. Marlon Díaz Sandoval vive desde hace siete años en Quito y, a la distancia, narró a EL HERALDO cómo vivió esos minutos que le parecieron eternos.

'Fue muy feo, lo sentí muy fuerte. En ese momento yo estaba atendiendo a un cliente, mientras me acompañaba mi esposa y mis dos hijas en el trabajo; en ese momento yo cogí a una por el brazo y a la otra me la enganché en el hombro, y tomé a mi mujer y salimos a la calle a esperar que pasara. La gente gritaba, mientras los cables se movían feo. Tenía miedo por mis hijas'.
La misma angustia se vivió en Cuenca, según narra Martha Jiménez, quien se encontraba departiendo con algunos amigos momentos antes de que se registrara el movimiento telúrico.
'Al principio, el movimiento fue suave y pensamos que pasaría rápido, pero luego empezó a moverse con más fuerza y salimos todos a la calle, yo solo rogaba que pasará rápido. Luego vimos un edificio viejo que empezaba a moverse, y luego cayó una de sus paredes laterales'.
7° sismo más mortífero
Los 10 sismos con mayor número de muertos en la región causaron el deceso de 308.823 personas, pérdidas multimillonarias y en algunos casos, los epicentros aún no se han podido recuperar del todo.
Haití, 12 de enero de 2010: 300 mil muertes y 1,5 millones de damnificados.
Armenia, Colombia, 25 de enero de 1999: 1.230 muertes y arrasó la ciudad en un 60%.
El Salvador, 13 de enero de 2001: 827 muertes y cerca 1,3 millones de damnificados.
Perú, 15 de agosto de 2007: murieron 595 personas y desaparecieron más de 300.
Chile, 27 de febrero de 2010: 526 personas fallecieron y 800.000 damnificadas.
El Salvador, 13 de febrero de 2001: perdieron la vida 315 personas y más de 250.000 damnificados.
Ecuador, el pasado sábado: al menos 246 muertos y 2.257 heridos.
Cochabamba, Bolivia, 22 de mayo de 1998: murieron 105 personas.
Perú, 23 de junio de 2001: se registraron 102 fallecimientos.
Tariaco, este de Venezuela, 9 de julio de 1997: 82 muertos y 500 heridos.
*Con información de EFE