La región tiene el potencial para liderar la transición energética en el país gracias a sus abundantes recursos renovables, que pueden ser aprovechados de manera sostenible para generar energía limpia y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
Las energías solar y eólica son las que mayor potencial tienen y de hecho hay muchos desarrollos en diferentes puntos del territorio. La generación por vientos se concentra en La Guajira, mientras que la solar ha generado varias granjas de paneles que hoy aportan al sistema interconectado.
El Caribe cuenta con una alta radiación solar durante gran parte del año, lo cual crea condiciones propicias para el desarrollo de proyectos de energía solar a gran escala, tal como se ve en granjas solares de Sucre y Córdoba.
Ya también es innegable el gran potencial eólico, en especial a lo largo de la costa y en las zonas marítimas cercanas. Los parques eólicos ‘offshore’ y terrestres podrían ser instalados para aprovechar los vientos constantes y generar energía renovable.
El Caribe puede encabezar los procesos de transición energética en el país si aprovecha sus recursos renovables, fomenta el desarrollo económico y promueve la sostenibilidad ambiental, algo en que los expertos están de acuerdo.
En todo caso se requiere una planificación estratégica, inversiones adecuadas, marcos regulatorios favorables y la colaboración entre el sector público, privado y las instituciones académicas, para impulsar la investigación y la formación en energías renovables.
Según la Hoja de Ruta del Hidrógeno en Colombia, la zona del país con mejores condiciones para la generación de hidrógeno verde es La Guajira por sus niveles de radiación solar y patrones de viento que permitirán a menor costo la generación de energía eléctrica renovable necesaria para la producción de hidrógeno verde.
De igual manera las ciudades costeras, entre ellas Barranquilla pueden aprovechar la generación de energía renovable, el desarrollo y uso de infraestructura portuaria, la producción y exportación de hidrógeno (‘hub’ logístico), la implementación de mecanismos de captura, utilización y almacenamiento de carbono en las industrias de la región, así como en la implementación de mecanismos que permitan a los consumidores tener control de su generación, pero, también, de la energía que consumen y cómo se utiliza.





















