Comienza a aclararse con las inscripciones de listas al Congreso el panorama de las elecciones legislativas del 8 de marzo del año entrante. Aunque la atención de la opinión pública, los medios y los ciudadanos pareciera centrarse en las presidenciales por el encendido debate político en las calles y las redes, la polarización a la que arrastran a la gente los propios candidatos y sus voceros, y por la cantidad de aspirantes en el partidor, en realidad la primera cita en las urnas en el año nuevo para los colombianos será para escoger quiénes ocuparán las curules del Senado de la República y la Cámara de Representantes hasta 2030, con las tareas fundamentales adquiridas con sus credenciales como parlamentarios de hacer las leyes que necesita la nación, acompañar o rechazar las iniciativas del también entrante gobierno y, sobre todo, realizar el control político ineludible que requiere toda democracia saludable y que se precie de serlo.

Por eso, la Registraduría llamó la semana pasada a los distintos partidos y movimientos políticos y sociales a no dejar para última hora la inscripción de sus candidatos a las elecciones de Congreso, ya que el plazo venció este lunes festivo 8 de diciembre.

En noviembre pasado, la Organización Electoral reportó el registro de comités inscriptores de candidaturas por firmas al Congreso con un total de 79 agrupaciones políticas, de las que 35 correspondieron a Senado y 44 a Cámara, entre los cuales se incluyen también las iniciativas para las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz, Citrep, y la circunscripción del exterior.

De los listados inscritos, llamó la atención en el Partido Conservador el regreso del político córdobes David Barguil, que liderará la intención azul, recordado por su autoría en numerosas leyes que defienden al ciudadano frente a injustos costos y ventajas del sector financiero. También es notable que el representante Armando Zabaraín busque “heredar” la curul del dos veces ex presidente del Congreso y hoy precandidato presidencial por los godos, el barranquillero Efraín Cepeda, quien no volverá al Capitolio después de ser senador desde 1994.

Por los lados del Centro Democrático causó una buena impresión que la lista del Senado la lidere Andrés Forero, quien dará un salto desde la Cámara de Representantes, donde se destacó por hacer un fuerte control político a los temas de salud.

Entre tanto, destaca en la lista de Cambio Radical la cuota costeña al Senado liderada por César Lorduy, Gersel Pérez, Gonzalo Baute y Selmen Arana, quienes en su presentación resaltaron el modelo de Barranquilla y el Caribe para ser replicado a nivel nacional. La inscripción la oficializó el líder del partido en la región, el empresario y también exparlamentario Fuad Char.

Así mismo, el Partido de la U anunció que eligió al senador Juan Felipe Lemos para encabezar su lista. El Partido Liberal dijo que Lidio García, actual presidente del Congreso, será su cabeza de lista a la cámara alta y ocupará el primer lugar en el tarjetón, pues se trata del parlamentario más votado de la colectividad, en la que además el número 100 será para María Paz Gaviria, hija del expresidente César Gaviria, jefe del liberalismo.

Por la coalición de la Alianza Verde con En Marcha, el exalcalde y exministro Lucho Garzón, será la cabeza de lista para el Senado. En la coalición Ahora Colombia, del Nuevo Liberalismo, Mira y Dignidad y Compromiso, la cabeza no será la representante Jennifer Pedraza ni el exministro Alejandro Gaviria sino Juan Sebastián Gómez, primer vicepresidente de la Cámara. El partido Verde Oxígeno, fundado y liderado por la exsenadora y ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, lanzó su lista al Senado de 20 aspirantes bautizada ‘Selección anti-Petro’ y en la que ella ocupa el puesto 10. Y el ex director del Dane y ex candidato a la Alcaldía de Bogotá, Juan Daniel Oviedo, oficializó la inscripción de las listas al Senado y a la Cámara en la capital del país avaladas por los movimientos ciudadanos Con Toda por Colombia y Con Toda por Bogotá.

De otra parte, el nuevo partido Pacto Histórico también inscribió sus listas al Senado y la Cámara, donde las coaliciones de Unitarios y de Fuerza Ciudadana con Comunes también entrarán en el tarjetón. Se sumará la Colombia Humana en coalición, que por líos jurídicos no pudo fusionarse con el Pacto Histórico. La lista a la cámara alta la lidera la exministra Carolina Corcho y de segundo Pedro Flórez.

Y la gran estrategia que se asoma en casi todos los colores políticos, y que demostró en las pasadas legislativas con Jota Pe Hernández y María Fernanda Carrascal, entre otros, que podía aportar réditos electorales, es la de jalonar votos con los populares influenciadores, que despiertan el interés en la población joven para ir hasta las urnas. Así las cosas, la casa Char le apuesta a Andrés Felipe Camargo González, más conocido como Felipe Saruma, a quien incluyó en su lista a la Cámara por el Atlántico de Cambio Radical; Rawdy Reales o el Doctor Rawdy también se lanzó al agua y aspirará al Senado; Alejandro ‘Alejo’ Vergel hará parte del Frente Amplio Unitario promovido por Roy Barreras y Ernesto Samper; Walter Alfonso Rodríguez Chaparro, mejor conocido en redes como Wally, fue el tercero más votado para Senado por la Colombia Humana; Laura Beltrán Palomares, más conocida en las plataformas digitales como Lalis, fue la segunda más votada para la Cámara por Bogotá; Hernán Muriel Pérez es el fundador de ‘Cofradía por el Cambio’, un medio digital alternativo que hace eco de las causas del petrismo; Alejandra Omaña o Amaranta Hank, periodista y actriz de cine para adultos, defensora de los derechos de las trabajadoras y trabajadores sexuales, es otra reconocida figura del partido de gobierno; y los godos pusieron el nombre de Edwin Javier Brito García, conocido en redes sociales como Pechy Players, de La Jagua de Ibirico, Cesar, quien hace videos de humor y es hincha del Junior de Barranquilla.

De manera que están listas las listas y con ellas avanza el andamiaje democrático que le permitirá al país tener durante los próximos cuatro años, ojalá, un poder legislativo de contrapeso y deliberativo, y también cada vez más independiente, trabajador y transparente, tras las elecciones del 8 de marzo, las primeras de 2026, una cita obligatoria para los ciudadanos responsables habilitados en las urnas y además la prueba de fuego para los engranajes en la Organización Electoral de las posteriores presidenciales.