Llegamos al primer día de diciembre y, a pesar de los informes que desde la Aeronáutica Civil se brindan sobre los avances en las obras de mejoramiento del aeropuerto Ernesto Cortissoz que sirve a Barranquilla, es evidente que la terminal aérea que le da la bienvenida a quienes vienen a la capital del Atlántico –por turismo, por negocios, o simplemente por retorno– no está a la altura de lo que demanda un destino que está haciendo todo por estar en el mapa turístico nacional y mundial.
Y sí, recientemente una importante plataforma global y de las empresas digitales de viajes más grandes del mundo, Booking.com, incluyó a la Puerta de Oro de Colombia en el Top Global de Destinos Tendencia 2026, de acuerdo con el estudio internacional Predicciones de Viaje 2026 de la compañía, calificándola como un “destino vibrante, diverso y culturalmente único”, al menos así la ponderaron al analizar las percepciones, intereses y motivaciones de más de 29.000 viajeros en 33 países y territorios, de acuerdo con lo explicado en su momento por la firma internacional.
Inversiones millonarias de la Alcaldía distrital y gestiones ante organismos multilaterales e inversionistas han permitido que se desarrolle toda una serie de obras e infraestructura con el firme propósito de diversificar la oferta turística de la ciudad y fomentar especialmente el turismo de negocios, ferias, congresos y eventos corporativos (MICE). No es una situación espontánea, es una política pública de ciudad que ha convocado a los sectores público y privado, que ha requerido una comunión y un trabajo articulado.
Lo malo es que en esa reunión, en esa confluencia, el Gobierno nacional, representado en la Aerocivil, pareciera no estar en la misma sintonía. El pasado primero de septiembre se cumplió un año de que asumiera el control y la operación del Ernesto Cortissoz, con la promesa de invertir “$149.673 millones con proyección a 2026, para garantizar el funcionamiento, operación, mantenimiento y mejoramiento”, según lo anunció en su momento la entidad. De estos recursos, 70 mil millones corresponden a obras que quedaron inconclusas del contrato de concesión anterior en liquidación.
Entre las obras anunciadas al inicio de la operación de la Aeronáutica Civil, que hoy exactamente completa 14 meses, están la terminación sala de recibo de equipaje del muelle nacional y de la corredora estéril de embarque del muelle internacional; adecuaciones de la sala de espera del muelle internacional, de los baños del terminal de pasajeros, de redes hidráulicas y red contra incendios; mejoramiento de plataformas y de los sistemas de control de ayudas visuales y de iluminación perimetral; demarcación de pistas, calles de rodaje, entre otros, y en general el reforzamiento estructural del terminal de pasajeros.
En este 2025, conforme lo reportó a El HERALDO el gerente del Cortissoz, se han podido desarrollar algunas obras civiles y de mantenimiento, pero se está a la espera de la llegada de nuevos equipos e infraestructura “para completar los aspectos que más demanda la ciudadanía”. A nivel nacional se ejecutan $34 mil millones de pesos y en lo regional $2.700 millones.
La veeduría conformada por gremios de Barranquilla y el Atlántico esperan que este próximo 4 de diciembre, cuando se realice el seguimiento, se pueda dar un parte de tranquilidad sobre el real avance de los trabajos, pues infortunadamente en cada visita mensual se han constatado retrasos en los cronogramas, que claramente se traducen en las quejas permanentes de los usuarios del aeropuerto barranquillero por el abordaje y descenso muchas veces por fuera de las plataformas, el calor por las fallas en el aire acondicionado y el mal funcionamiento de las bandas de transporte de maletas.
Por lo pronto Barranquilla continúa con sus planes y estrategias ambiciosas de atraer más y más movimiento de pasajeros, como ya lo hizo con el Giro de Rigo y ahora con la sede de la final de la Copa Sudamericana de 2026. Pero nos sigue haciendo falta un aeropuerto que vaya al ritmo de las ambiciones y de los sueños de una ciudad que no para de buscar oportunidades. Ojalá empecemos por hacer que funcionen bien y pronto las instalaciones con las que cuenta el Ernesto Cortissoz.







