La confirmación de que un niño de 14 meses que llegó a Medellín el 2 de marzo proveniente de Caracas padece sarampión, activó esta semana las alarmas del sistema de salud del país. Tras la validación del diagnóstico, el paso a seguir es evitar que esta enfermedad viral se expanda por el territorio nacional, ya que el último brote se había tenido en 2011.
A las autoridades sanitarias la aparición de este caso importado de sarampión no las tomó por sorpresa. Desde el año pasado las alertas se habían activado por la posible llegada de esta enfermedad altamente contagiosa ante el arribo al país de miles de extranjeros, en especial los que huyen de la crisis económica y social que afronta Venezuela.
El sarampión, al igual que la rubeola, fueron erradicados del país hace varios años, por lo que sus esquemas de vacunación han presentado un leve descenso.
Por esta situación, el llamado ahora es a no bajar la guardia con la vacunación, en especial a la población más susceptible de contraer la enfermedad: los niños. De acuerdo con los reportes del Ministerio de Salud, el país cuenta con una provisión de 350.000 dosis de la vacuna, a las que se sumarán 700.000 que llegarán en los primeros días de abril.
La enfermedad es prevenible con la aplicación de la triple viral (sarampión, rubéola, paperas) o la bivalente (sarampión, rubéola).
Lo preocupante, según los expertos, es que en el manejo del sarampión se ha perdido entrenamiento, y en muchos puestos de salud del país se desconocen los protocolos para atenderla.
El virus, que se desarrolla en el cuerpo humano, se transmite por la inhalación de secreciones cuando una persona contagiada habla, tose o estornuda. De ahí su condición de altamente contagioso. En 2015 fue detectado un caso importado de una mujer que llegó de Suiza a pasar vacaciones en Cartagena, que había sido el último reporte de la enfermedad en el país.
En el continente, varios países han reportado casos de sarampión, como Argentina, Estados Unidos, Canadá y Venezuela. En Europa también hay preocupación por el resurgir de la enfermedad, mucho más cuando el Mundial de Fútbol de Rusia se encuentra a la vuelta de la esquina.
En Atlántico, la Secretaría de Salud reforzó las actividades de vacunación para prevenir la reaparición. La prioridad de las autoridades es inmunizar a la población venezolana que ingresa al departamento, ejemplo que debe ser imitado en las zonas fronterizas. Solo con el compromiso de todos podrá evitarse que el sarampión vuelva a cobrar vidas en Colombia.