
La estadounidense Serena Williams derrotó ayer en la final del torneo de Wimbledon a la polaca Agnieszka Radwanska por 6-1, 5-7 y 6-2 en dos horas y dos minutos y sumó su quinto título en el All England Club.
Serena mantuvo su tenis imperial y poderoso y, a los 36 minutos, se hizo con el primer set por un cómodo 6-1.
Derechas, reveses, subidas a la red, saques directos, Serena se encontraba cómoda sobre la hierba de la pista central. Sin embargo, al concluir el primer set, la lluvia hizo acto de presencia y la organización del torneo decidió interrumpir temporalmente la final.
Tras volver de los vestuarios veinte minutos después, los más de 15.000 aficionados presentes en la central disfrutaron de una Radwanska más centrada y con más respuestas al agresivo tenis de su rival.
La tenista de Cracovia se fue asentando en el partido hasta el punto de romper el servicio a su oponente y hacerse con la segunda manga por 7-5.
Animada por el público, la polaca defendía bien su saque y respondía con acierto a los ataques de la estadounidense en un tercer set donde apareció la Radwanska que asombró a todos en la presente edición de Wimbledon.
Sin embargo, mermada por sus problemas respiratorios y por el fuerte ritmo de la estadounidense, la de Cracovia no fue capaz de mantener el mismo nivel de tenis que en la segunda manga y cedió ante el ímpetu de la estadounidense, que se acabó llevando el tercer set por un cómodo 6-2.
EFE