Había que ganar y Junior cumplió con la tarea. Con lo mínimo, con lo justo, sufriendo incluso por momentos, pero lo logró y se lleva una ventaja que siempre será valiosa en estas series tan cerradas de ‘muerte directa’.
El ‘Tiburón’ mordió primero en los cuartos de final de la Liga BetPlay, al vencer ayer 1-0 Deportes Tolima, en el ‘Metro’.
Como era de suponerse, a Barranquilla vino un equipo Pijao luchador, intenso, complicado, que tuteó a Junior en gran parte de la primera parte, pero que le faltó eficacia y suerte.
Los primeros minutos fueron un monólogo del visitante, que presionó en campo rival, sin dejar pensar a su oponente.
Por cada jugador de Junior que agarraba el balón, caían dos o tres del vinotinto, intenso en la marca, que planteó un partido inteligente y serio.
Junior no se encontraba. Carecía de claridad. Borja y Teo no lograban encontrarse, ‘Cariaco’, que ilusionó con un remate peligroso cuando aún no se completaba el minuto de juego, se veía incómodo, errático, sin brújula. él único que intentaba era Hinestroza, que carecía de socios en el medio.
Cuando las cosas parecían complicarse, porque el ‘Tiburón’ no encontraba las vías para, por lo menos, agarrar el balón y practicar el fútbol con el que se siente cómodo, apareció el instinto goleador de Miguel Ángel Borja para desequilibrar la balanza a favor de los barranquilleros.
El cordobés agarró un balón en un costado del área y sacó un latigazo cruzado, que dejó sin opciones al guajiro Álvaro Montero.
Ese gol apaciguó las aguas en terreno local, porque el Tolima sintió el golpe y no volvió a ser ese equipo incómodo, que no dejaba jugar a su rival.
Junior mejoró. Asumió el control del juego, sin brillar. Tolima decidió apelar al plan B para hacer daño, el juego aéreo. Por esa vía inquietó a su oponente, sufría con cada balón levantado al área del cancerbero uruguayo Sebastián Viera.
Y el empate casi llega por esa vía, si no es por el VAR. Pelota área a terreno rojiblanco y Balanta, luego de una serie de rebotes, empuja la pelota al fondo de la red. 1-1 en el marcador y celebración vinotinto. Pero el VAR iba a tener la última palabra. El árbitro Carlos Betancur fue avisado de una irregularidad, revisó la jugada y encontró que previo al remate de Balanta, el lateral pijao había bajado la pelota con su brazo, lo que invalidaba la acción.
Esa acción sirvió de telón para cerrar una primera parte muy táctica, que se desequilibró gracias al olfato goleador del que ayer se convirtió, parcialmente, en el máximo artillero de la Liga con once tantos, Miguel Ángel Borja.
La segunda parte encontró un nuevo héroe, Álvaro Montero. El arquero guajiro fue el artífice de que el Deportes Tolima siga hoy con vida en la serie de cuartos de final.
Montero frenó cada avance rojiblanco, ahogando el grito de gol. Le atajó disparos de gol a James Sánchez y Carmelo Valencia, en dos oportunidades. Aproximaciones que pudieron aumentar el marcador y darle una ventaja más cómoda al Junior de cara al juego de vuelta en el Murillo Toro.
Junior va Ibagué ahora con la ventaja... mínima, pero ventaja al fin y al cabo, la cual defenderá a muerte, como ya ha hecho en otras oportunidades.