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Corría el minuto 38 del segundo tiempo del juego que enfrentaba a Junior y Millonarios, por la Copa Postobón. El equipo barranquillero ganaba 2-0 en el estadio Metropolitano y el técnico Miguel Ángel El Zurdo López decidió sustituir al volante atlanticense Michael Ortega. El ‘10’ rojiblanco salió lentamente del campo, abrazó en la línea de banda a Luis Carlos Ruiz, su reemplazo, y de inmediato caminó hacia el banco de suplentes.

Unos segundos después de haberse sentado, comenzó a escuchar, a lo lejos, una voz que gritaba insistentemente su nombre: '¡Michael!, ¡Michael!'. Volteó por curiosidad y fue ahí cuando se sorprendió al ver que la persona que lo llamaba era nada más y nada menos que Iván René Valenciano, su ídolo, el máximo artillero en la historia del equipo rojiblanco.

El Gordo le pidió, con un gesto, la camiseta al nuevo crack del equipo rojiblanco. Michael, sin dudarlo un instante, se quitó la número ‘10’ y se la entregó al Bombardero en medio de los aplausos de las pocas personas que estaban en ese sector de la tribuna de occidental y que presenciaron la sorpresiva escena.

'Para mí Valenciano lo es todo. Es un referente del cual debo aprender, tanto de los errores que cometió como de sus habilidades deportivas. Él me aconseja, me dice constantemente que no haga las cosas como las hizo él, que trate siempre de trabajar por el bien de mi familia. Para mí es una alegría inmensa que un ídolo como él me pida la camiseta', dijo Ortega ayer en diálogo con EL HERALDO.

Michael comienza a escribir su historia como rojiblanco, pero desde ya cuenta con el apoyo del Bombardero, quien no se cohíbe al momento de elogiar al nuevo ‘10’ tiburón.

'Es un crac, es un muchacho que le va a aportar muchas cosas al Junior. He hablado con él, tiene los objetivos claros, tiene personalidad y fútbol, así que le va a ir bien. Yo tenía rato que no venía a ver al Junior, pero ahora trataré de asistir con más frecuencia al estadio para poder apoyarlo a él y al equipo', dijo.

Ortega devuelve el casete y recuerda su época de hincha. Asegura que gozó con cada gol de Valenciano, el artillero histórico. Entre tantas anotaciones, una no se borrará jamás de su mente. 'Celebré a rabiar cada gol de Valenciano, pero el que más me gustó, sin duda, fue uno que le marcó a Chilavert, un fusilazo que le metió arriba. Si no estoy mal era un juego por Copa Libertadores ante Vélez. Fue un metrallazo', recordó en medio de risas. 'A Iván no lo podías dejar voltear porque te mataba. Era un crack', agregó.

El volante atlanticense asegura que el hecho de que un referente como Valenciano lo admire no le genera presión, por el contrario, lo motiva a seguir trabajando fuertemente para tratar de emular las tardes gloriosas que el Bombardero le regaló a la hinchada rojiblanca.

'¿Presión? Para nada. Simplemente me pidió la camiseta y listo. La presión yo la tengo desde que llegué, por eso trabajo, para hacer las cosas bien. El gesto de Iván lo único que me genera es orgullo. Jamás pensé, en mi etapa de formación como futbolista, que un día Valenciano me pidiera a mí la camiseta para tenerla en su colección. Este será un recuerdo que jamás borraré de mi mente', dijo.

Ortega sueña con triunfar en Junior. Reconoce que no ha sido fácil el inicio, pero asegura que poco a poco irá tomando su verdadero ritmo de competencia. 'Ante Millonarios me sentí mejor en la parte física. Reconozco que perdí algunas pelotas por loco, quería anotar un golcito y eso me llevó a fallar por raticos. Si no me coloco a hacer eso y se la paso a mis compañeros, la cosa hubiese sido diferente. Pero bueno, son cosas en las que hay que mejorar. Lo importante es que Junior ganó y ganó bien', puntualizó.

El ‘10’ espera ganarse la admiración de la hinchada rojiblanca. Por lo pronto ya cuenta con la bendición del Bombardero.

Por William González Badillo
Twitter: @wigoSports