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No hubo votos de mánagers, ni de jugadores ni de periodistas. 

El lado humano quedó en el olvido debido a la atípica temporada de 2020 que vivió la Major League Baseball y eso, hay que enfatizar, le pasó factura a Giovanny Urshela en la disputa por el Guante de Oro en la tercera base por la Liga Americana. 

En un duelo en el que el cartagenero repuntaba como favorito, Rawlings, patrocinador oficial, junto a las Grandes Ligas, le entregó el premio a Isiah Kiner-Falefa, antesalista de los Rangers de Texas. 

Esa elección causó controversia entre los aficionados del béisbol, sobre todo por la condición de Urshela, quien juega en uno de los equipos con más fanaticada en el mundo. 

Ahora bien, ¿qué pasó? ¿Cuáles son las razones tangibles por las que el hawaiano superó al bolivarense? Como se explica en el inicio de este texto, el premio este año, por la cantidad corta de juegos y la atipicidad de la campaña debido a la Covid-19, no se decidió bajo el voto de nadie: ni coaches, jugadores, periodistas o dirigentes. 

Para esta entrega, las Grandes Ligas designaron la responsabilidad a la Sociedad para la Investigación del Béisbol Estadounidense, una organización dedicada a la investigación de la historia de la ‘pelota caliente’. 

El ente utilizó el ‘Índice Defensivo’, una medida que tasa el número de carreras salvadas por las jugadas a la defensiva de cada pelotero en comparación al promedio regular de la posición. 

Esta estadística se basa en cinco variables que además incluyen factores como la fuerza del brazo, la precisión, la seguridad en las manos, el rango defensivo y el número de jugadas 'excelentes' o 'deficientes'.

Así como lo lee, así se decidió. La computadora arrojó que Isiah Kiner-Falefa tuvo mejores números que Giovanny Urshela y Yoan Moncada y el premio le fue otorgado. Algunas estadísticas juegan a favor del texano. Kiner-Falefa registró ocho carreras salvadas a la defensiva frente a las seis del colombiano. 

Urshela lideró la Liga Americana en UZR (Ultimate Zone Rating), una estadística que registra el rango, los errores cometidos, el brazo y la capacidad para realizar dobleplays. 

El toletero de los Rangers también comandó los ‘Outs por encima del promedio’, una medida que calcula la habilidad de fildeo de un jugador, basada en el rango de la cantidad de jugadas realizadas por el mismo y la dificultad de la misma.

Más allá de que algunos números estuviesen parejos, ante la ausencia del voto y la percepción humana, las computadoras hablaron. Isiah Kiner-Falefa, líder en Índice Defensivo, ganó por ser primero en esta categoría. 

Para Urshela, haber tenido una segunda temporada sólida con los Yanquis y pelear entre los tres finalistas del Guante de Oro es un gran paso. 

El cartagenero ha hecho sentir su nombre gracias a su calidad en el diamante y, de continuar con ese ritmo, seguirá apareciendo entre los candidatos para pelear premios individuales en la Gran Carpa. 

Críticas

Varios jugadores han dejado saber su descontento por el Guante de Oro y el alto uso de la sabermetría. Dos de ellos, de los Cardenales de San Luis, uno retirado y otro activo. 

Édgar Rentería, en charla con EL HERALDO, afirmó que 'se le ha quitado la esencia de lo que es el béisbol, la picardía que tenían los jugadores antes. Ahora todo es computarizado. Yo creo que eso le quita al

béisbol ese picantico tan bueno que tenía. Eres Grandes Ligas por inteligentes los jugadores, sabían dónde jugarle a cada bateador y no tenían que recurrir a un papelito o a una máquina'. 

Por su parte, Yadier Molina, histórico receptor ganador de nueve Guantes de Oro, no estuvo entre los nominados. 'Veo una injusticia en los que deciden quién o no. Es una pena que me juzguen por no ser su marioneta', sentenció Molina.