Darío Antonio Martínez Sánchez habla con personalidad y seguridad. Nació con mielomeningocele, una enfermedad en el cual los huesos de la columna no se forman totalmente, pero esto no ha sido impedimento para darle rienda a sus sueños. El pequeño de 11 años, oriundo de Bogotá, llegó a Barranquilla para participar en el Torneo Internacional de tenis en silla de ruedas, que se disputa en la canchas del Parque de Raquetas.
'Para mí yo no tengo ninguna discapacidad, soy un niño normal, no hay discapacidad', dice mientras acomoda su raqueta.
A los 7 años comenzó practicando natación, luego probó con el baloncesto, pero fue el tenis el que lo enamoró.
'Este es un deporte chévere, poco a poco he ido mejorando, siempre pierdo, pero gano experiencia. Entreno para ser el número uno del mundo', agrega el admirador del español Rafael Nadal.
Su mamá, Liliana Sánchez, lo acompaña en cada competencia y aunque al principio reconoce que fue duro, ahora disfruta viendo a su hijo en la cancha.
'Me siento orgullosa de él y siempre lo he apoyado. Ya estuvimos en Cali, es la primera vez que venimos a Barranquilla', apunta.
Darío Antonio, estudiante de quinto de primaria, desea seguir evolucionando y preparándose académicamente. 'Quiero estudiar idiomas para cuando me toque estar en otros países. Disfruto esto y siempre estoy con la frente en alto', concluye.