El reloj marcaba las 8 p.m., pero el sol caía con fuerza sobre la imponente Minneapolis. El Hotel Hilton lucía esplendoroso, promocionando a lo largo y ancho del lobby el Juego de Estrellas. De pronto apareció la espigada figura de Tayron Luis Guerrero Otero, el lanzador derecho de la organización de los Padres de San Diego, nacido en la isla Bocachica y convocado al Juego de Futuras Estrellas.
Del humilde hogar conformado por Oniris Otero y Ramón Guerrero, el único varón de sus tres hijos, se inclinó por el deporte. De niño nunca imaginó que jugaría béisbol 'jugaba fútbol y siempre estaba en el mar pescando. Esa era mi diversión. Pero a mi papá no le gustaba que pescara, él quería algo mejor para mi' expresa de manera tranquila y evocando aquellos momentos de su niñez junto a sus hermanas Daylis Patricia (19 años) y Noeris (13 años).
Al béisbol llegó con 15 años, luego de una constante insistencia de su gran amigo Fabián Marrugo 'Desde los 13 años me invitaba a jugar béisbol, pero prefería ser el arquero del colegio. Dos años más tarde me hizo cambiar de idea y así fue como Betzabel Jaraba, manager de Bocachica, dijo que me veía bien. A partir de ese día empecé a practicar todos los días y mi padre dijo que apoyaba esa iniciativa' recuerda con alegría.
Por su alta estatura, comenzó jugando la primera base y un año después lo llevaron a lanzar. En el estadio 11 de Noviembre de Cartagena, Andrés Castilla, del equipo Los Chicos le pidió a él y a otros peloteros de Bocachica que hicieran parte de su equipo. De ese pequeño grupo, fueron firmados Yoiner Angulo por los Astros de Houston y Tayron por los Padres de San Diego.
Dura batalla para la firma
Varios scouts o busca talentos lo vieron en acción, incluyendo a Guillermo Ramírez (Astros de Houston) y Carlos Julio Ramírez (Tampa Rays). Pero no tuvo un buen desempeño y no fue tomado en cuenta para la firma, lo cual lo desmotivó.
Luego pasa a manos del veterano Marcial Del Valle y sus padres le insisten en seguir jugando. 'Mejoré mucho la velocidad con el señor Marcial, pero hice dos pruebas (try out) con San Diego y no tuve suerte. Allí volví a perder las ganas de jugar béisbol y comencé a practicar basket con el equipo profesional de Cartagena. Con ellos practiqué dos meses y estuve a puno de recibir una beca para estudiar en los Estados Unidos' expresa a El HERALDO.
Durante el período que estuvo practicando los dos deportes, Tayron vivió una dura experiencia. 'Salía de mi casa a las 6 a.m. y regresaba por la noche, pero en muchas ocasiones no encontraba transporte directo para Bocachica, entonces tenía que tomar la lancha para Tierra Bomba y de allí me iba a pie para mi casa. Caminaba por una trocha durante una hora y treinta minutos. Era duro, pero ahora siento que eso ayudó mucho en mi crecimiento profesional', recuerda el espigado lanzador.
Firma para los Padres
Durante esos entrenamientos paralelos de béisbol y basket, Marcial Del 'estaba esperando la beca para Estados Unidos para jugar baloncesto, pero hice la prueba con San Diego y recuerdo que mis padres me dijeron que los planes que Dios tiene con nosotros no los cambia nadie. Hice el try out el 8 de diciembre y al día siguiente fui firmado por Félix Feliz y Robert Rawlings'.
Primera experiencia
A los 18 años, llegó a República Dominicana donde fue utilizado como lanzador abridor, pero luego pasó a relevista. Pero este 2014 ha sido maravilloso para Tayron. En la Midwest League, tuvo récord de 6 victorias y una derrota con efectividad de 1.00 en 25 juegos, ponchando a 42 bateadores en 36 episodios y sólo concediendo 12 bases por bolas. Por esta destacada actuación, fue promovido a la Clase A avanzada de la Liga de California.
La convocatoria al llamado Juego de las Futuras Estrellas, es el reconocimiento al esfuerzo y disciplina de este joven de 22 años que solo quiere pescar su máxima ilusión: llegar a las Grandes Ligas.