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El calor no da tregua. A 40 grados a la sombra, el sudor cae como confesión de asesino acorralado. En las calles de Barranquilla, con sus balcones vigilantes y sus esquinas de secretos viejos, el crimen no duerme… Y la palabra tampoco.

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El próximo viernes 16 de mayo a las 7:00 p.m., en Casa Morón, Cra 53 #48-134, en el corazón de Barrio Abajo, dos tipos con expediente pesado se sentarán frente a frente. No es una cita de ajuste de cuentas, pero sí un encuentro de alto voltaje literario: Crímenes bajo el sol, un conversatorio-taller sobre narrativa detectivesca, tinta roja, periodismo judicial y Caribe profundo. Un conversatorio donde se cruzan las pistas, los archivos, las atmósferas, los silencios que hablan y los cadáveres narrativos que huelen a sal y a pólvora.

Carlos Polo y Juan Alejandro Tapia no vienen a vender humo. Traen calle, experiencia y letras. Vienen con las manos manchadas de tinta negra y sangre amarilla. Conocen la escena del crimen, han pisado barro, han oído el crujir de la verdad bajo los zapatos de los reporteros de judiciales. Se han adentrado en esa otra literatura: la de los expedientes y los titulares rojos, la de los barrios donde la justicia no siempre llega, pero donde las historias hierven. Modera el profe de filosofía Camilo Morón.

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Juan Alejandro Tapia, curtido en la redacción de crónica roja, fue testigo presencial de la tragedia diaria durante más de una década. Como periodista ha comandado redacciones de El Heraldo, Blu Radio, ADN, Q’hubo y CTV. Su novela Amarillo sangre, es una extensión natural de sus años metido en salas de redacción, estaciones de Policía y salas de juzgado. No escribe con nostalgia, sino con bisturí.

Carlos Polo, por su parte, combina la lírica del Caribe con el filo del realismo sucio. Es de noche cuando los gatos son pardos es una novela que transpira humedad, con personajes que respiran desconfianza, deseo y derrota. Su trayectoria en la literatura está marcada por premios, becas y publicaciones, pero lo suyo no es la solemnidad, sino la crónica áspera que se vuelve arte. Ganador del Premio Nacional de Cuento UIS, del Portafolio de Estímulos de Barranquilla y de una mención de honor del Simón Bolívar, Polo es un narrador de barro y sombra, de versos con cuchillo.

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Ambos se sumergen en los vasos comunicantes entre el periodismo policial y la ficción detectivesca. El conversatorio recorrerá las estructuras clásicas del policial, sus rupturas tropicales, los referentes del género, las atmósferas que huelen a ron, sudor y gasolina, los universos donde todo parece ficción hasta que aparece un cuerpo en la mitad del relato.

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Y cuando caiga la noche y las palabras ya no basten, el picó La Rebelión tomará el control del crimen sonoro. Un ´farrandón´ con música sacada directamente de las páginas de sus novelas: salsa brava, rock, soukus, regué y todo el arsenal popular caribeño que ambienta estas historias. Lavoe, Fela Kuti, Maelo, Rubén Blades, Lokassa, Richie Ray, Cornell, El Joe, Bobby Cruz. Todos serán citados a rendir testimonio desde las tornamesas.