En este momento menos porque sabemos de sobra que el gobierno nacional detesta a la costa caribe y sus mandatarios, por razones que todo el mundo conoce pero jamás se acuerda de los padecimientos de la gran mayoría de la población que casi siempre tiene que dejar de comer unos días para pagar el recibo mensual de la dañada energía.
No me gusta cuando se dice que todo lo del Junior es sufrido. Pero sí, la historia nuestra dice eso.
El gobierno central no es reconocido por su generosidad con Barranquilla, pero con estos recursos propios bien manejados y distribuidos, el Distrito ha podido transformar positivamente a la ciudad que habitamos, y por esto nuestras escuelas públicas hoy bilingües y con una alimentación bien administrada, puntean a nivel nacional en calidad de la educación.
Hace falta un estatuto pesquero moderno, que incentive la inversión responsable, la modernización de flotas, el repoblamiento marino y las certificaciones que permitan acceder a nichos globales de alto valor.