El pasado miércoles se aprobó en primer debate en la Cámara de Representantes el proyecto que busca legalizar la marihuana con fines recreativos, motivado en el reconocimiento del libre desarrollo de la personalidad y otros derechos que se han visto conculcados con las políticas de prohibición. Sin lugar a dudas, este proyecto es un gran paso en la lucha contra el tráfico de drogas, en el entendimiento del consumo de cannabis como un asunto de salud pública, como también para los intereses productivos y comerciales de Colombia.
Ahora, para que los objetivos que motivan la aprobación de este proyecto puedan obtenerse, será necesario contar con la voluntad y eficiencia administrativa de múltiples entidades que tendrán que intervenir en este proceso. Quienes participan en la industria del cannabis medicinal en Colombia han tenido que enfrentarse a un proceso lento y complejo para poder comercializar sus productos, por la ausencia de un engranaje institucional que facilite el trámite de licencias y permisos de exportación. Asimismo, se ha dejado de lado la importancia de apoyar a pequeños productores de cannabis que anhelaban que con la regulación de esta con fines medicinales podrían pasar de la ilegalidad a la legalidad.
El proyecto de acto legislativo que abre la puerta a la legalización de la marihuana con fines recreativos debe propiciar un debate serio y profundo sobre la ejecución que tendrá esta medida por parte del Estado; cómo potenciar en términos tanto de salud pública como comerciales la eliminación de esta restricción legal. La experiencia con el cannabis medicinal da cuenta que hay un creciente interés de la empresa privada en comercializar estos productos y exportarlo a países con altos estándares sanitarios como Alemania, Canadá o Australia, sin embargo, las entidades involucradas en este proceso no han contado con los recursos humanos y técnicos para darle celeridad a estos trámites.
Al respecto, el Estado deberá subsanar las dificultades que se presentan actualmente para la comercialización del cannabis medicinal y con esta experiencia, crear una regulación que responda a las necesidades del mercado y que le dé la oportunidad a Colombia de inclinar la balanza comercial como exportador de estos productos. Sumado a esto, la legalización de la marihuana con fines recreativos debe contar con la voluntad del gobierno nacional, con el fin de que se obtengan los mejores resultados en materia de salud, en el desmantelamiento de redes de tráfico y microtráfico y en oportunidades para pequeños productores que buscan hacer tránsito a la legalidad. Que esta reforma no sea un saludo a la bandera dependerá del interés del gobierno y las entidades públicas de actuar de forma eficiente.
Sobre la legalización de las drogas, una recomendación para este domingo es el capítulo Fracasos del prohibicionismo de la serie Pan y Circo de Amazon.
@tatidangond