
Echao a perdé
No les coma cuento, presidente. Espere, y aplique su propio criterio, que usted comenzó bien.
Duque es un buen presidente. En medio de tan extrema polarización su estilo de cero confrontación y mesuradas explicaciones ha enfrentado los a veces demenciales excesos, y ha impuesto la sensatez. Su manejo de la pandemia ha sido acertado, y la guía a los entes territoriales definitiva para establecer limitantes y, ahora, para distribuir la vacunación. Políticamente no se ha dejado encasillar, y ha logrado en el Congreso la aprobación a importantes Proyectos que hoy son benéficas leyes de la República.
Pese a su paso por el Congreso y, tal vez por su formación de tecnócrata, se percibe que su reconocido enfoque social se viene diluyendo. Se entiende que la pandemia ha dejado a nuestro país y a todos los del mundo en una precaria situación económica, obligando a reorientar dineros hacia la mitigación de los desastres que al común de las gentes ha ocasionado y que aún no cesan. Los países, todos, están sin plata, y necesitan financiarse. Pero no apretando a la gente, sino mejorando su desempeño, recortando burocracia diplomática y local, mochando inane publicidad, gastos suntuosos, que mucho se puede economizar. Y además acudiendo a otras fórmulas de financiación, que las hay, y que el Resumen Ejecutivo de los expertos, un “resumen” de 255 páginas, no contempla, no habla de personas sino de tributantes, ni pide enfrentar a la banca multilateral para que dentro de su esencia numérica impersonal no amenace con subir los intereses y por el contrario apoye, e ingenie mecanismos de ayuda. Los burócratas de la economía no entienden que no es momento social para plantear cambios tributarios. Saben tanto, que no saben nada, viven su propio mundo inmersos en la ignorancia del especializado en demasía.
Ni hablar del momento político, con las elecciones a la vuelta. La reforma alborota el avispero, es inoportuna, y parecieran vainas de Santos, o de Petro, para ejercer su populismo. Tratar de explicarla es como contorsionar en arenas movedizas.
Ello, sumado al rumor que asegura se gastarán US$4 mil millones en comprar aviones de combate, empeora el panorama. No les coma cuento, presidente. Espere, y aplique su propio criterio, que usted comenzó bien, continuó mejor pero, su insistencia en atender a los burócratas de la economía que ignoran a la gente, nos van a llevar a pensar que últimamente usted se está “echando a perdé”.
Coletilla: Buena noticia que la empresa barranquillera Procaps cotice en el mercado bursátil a través de Nasdaq, mediante convenio de fusión con una empresa británica. Nasdaq es una de las bolsas de valores más importantes de Estados Unidos, y se cuentan con los dedos de la mano las empresas colombianas que lo han logrado, entre ellas Ecopetrol, pues los requisitos previos son muy exigentes. Ya Tecnoglass con los hermanos Daes lleva varios años en Nasdaq y, ahora, bajo la batuta del destacado empresario Ruben Minski, Procaps será la segunda empresa netamente barranquillera, ¡qué orgullo! E incuestionable muestra de la capacidad de nuestra gente. Bien por ellos.
rzabarainm@hotmail.com
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