Cada vez que se habla de los excesos y violaciones a los derechos humanos por parte de miembros de la fuerza pública se termina diciendo que esto es un complot desde la extrema izquierda financiada por el narcoterrorismo de las Farc y Venezuela para tomarse el poder, y con ese discurso del enemigo interno y la doctrina de seguridad nacional propio de la guerra fría se ha tapado históricamente una serie de violaciones a los derechos humanos por parte de miembros de la fuerza pública no solo contra otros actores armados, sino contra la población civil.

Ahora bien, hoy el escenario se transformó. Primero, la información ya no es un monopolio, hoy los ciudadanos con sus celulares son reporteros en cualquier parte del país y a un clic podemos enterarnos en tiempo real qué está sucediendo. Segundo, esta información tiene una capacidad de ser masiva en cuestión ya no de horas, sino de minutos; y tercero, no tienen cómo censurarla, desde que esté en las redes es información que le llega al mundo. Con este escenario hemos visto en estas marchas las denuncias con videos sobre los masivos abusos policiales que diariamente están circulando en redes sociales donde claramente y sin ningún tipo de excusa se ve no a uno o dos “manzanas podridas”, se ven muchos policías y no solo en una localidad o ciudad, sino a nivel nacional cometiendo excesos. Frente a esto, tres reflexiones.

Primero, el tema de los derechos humanos por parte de la fuerza pública es un tema que no lo han interiorizado, está dentro de sus pénsums académicos en los cursos de ascenso, pero es simplemente legalizar títulos porque al salir a las calles su comportamiento demuestra lo contrario, y es que es tan sencillo el argumento que con más de 6.400 civiles asesinados en los ‘falsos positivos’ pues el tema de derechos humanos no es una materia que vaya aprobando la fuerza pública en Colombia.

Segundo, siempre en estos casos se intenta buscar el responsable de quién dio la orden frente a la violación de los derechos humanos, pero como lo decía anteriormente lo más grave de esto es que ya ni si quiera se ve que exista una orden porque los desmanes son a nivel nacional, esto lo que demuestra es que ya no es un tema de una orden de un superior, es que hay una cultura institucional en la que los derechos humanos no se respetan y pasan por encima de la población civil.

Tercero, el tema es tan grave a nivel internacional que el que se pronunció directamente fue el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, haciendo un llamado al presidente Duque sobre la violencia en las calles y el exceso de fuerza, así mismo el parlamento de la Unión europea, diputados alemanes, la organización de Estados Americanos, quiere decir que la comunidad internacional ve con mucha preocupación este tema de los excesos por parte de la Policía, y en este sentido ya varios congresistas norteamericanos han pedido que se reduzcan los aportes económicos en materia de seguridad que se le dan a Colombia hasta que no se verifique el tema de los derechos humanos.

Cuarto, no puede haber violencias buenas y malas, parece que la represión y violación de los derechos humanos por parte de la policía de la dictadura de Maduro sí es repudiable, pero los muertos ya confirmados por la misma Fiscalía asesinados por miembros de la Policía en Colombia no son tan malos. Ninguna violencia, represión y violación a los derechos humanos es aceptable, sean de derecha o izquierda. Solo termino con este dato, nos venden el miedo de no querer ser Venezuela, pero somos Colombia con más de 50 muertos en 2 semanas de marchas y más de 76 masacres en el último año, no somos ningún país ejemplar.