Durante los dos últimos años, la economía en Colombia ha estado ‘anestesiada’ producto de los subsidios y créditos que desde el gobierno y las entidades financieras se ofrecieron al sector empresarial, para protegerlas del impacto que ocasionó la covid-19 en la operatividad y en la conservación de los empleos.

Ante un panorama marcado por la incertidumbre, las organizaciones para entender el momento por el que están pasando y aprovechar las oportunidades que a su vez se generan, están llamadas aún más a proteger su principal activo: las cuentas por cobrar. Las de ellos y por supuesto, las de sus clientes, principalmente porque de ahí es que se deriva su capacidad operativa.

Hoy, sin esos beneficios y con las tasas de interés en ascenso, la volatilidad del dólar y una inflación superior al 12.5% al concluir el 2022; las empresas presentan dificultades en su flujo de caja, y este comportamiento indica que se generará un aumento en el incumplimiento de las deudas y facturas por pagar que cada organización ha adquirido con clientes y proveedores.

El riesgo se puede controlar. En el país para el mes de noviembre, según el barómetro publicado por Informa Colombia, las empresas creadas en 2023, llegaron a 1.670 y debieron cerrar 4.310 organizaciones.

Pero aún así, lo más preocupante es que en el país tan sólo el 0.3% de las compañías cuentan con un seguro de crédito al momento de hacer negocios con terceros y según la SuperSociedades, más del 30% de las entidades presenta problemas para pagar sus facturas.

Los empresarios suelen pensar que conocen a sus clientes y que estos nunca van a dejar de pagarles; pero la realidad indica lo contrario. La frecuencia en los impagos por parte de los terceros continuará su curva ascendente durante el 2023 y la única forma eficiente de mitigar este problema es mediante el seguro de crédito, una medida que permite protegerse de cara a este comportamiento, y que ayuda a las organizaciones a blindarse ante cualquier eventualidad y que genera alertas tempranas cuando ocurre algún tipo de problema con el cobro de un compromiso.

Aprovechar las oportunidades para crecer . Cuando una compañía consigue un nuevo cliente, generalmente está sujeta a no vender su real potencial de manera inmediata; si no a conseguirlo paulatinamente, al igual que de enfrentar las limitaciones que produce en la operación el hacer efectivo las facturas un par de meses después. Con la protección de estas obligaciones ante cualquier impago o demora, incluso desde el día uno, es posible vender sin restricciones y contar además, con la liquidez máxima para continuar con el negocio.

Si una compañía tiene la certeza que sus facturas serán recaudadas, puede concentrarse en las actividades que la hacen más competitiva y que mayores beneficios le reportan al negocio. Cuando hay liquidez es posible invertir, crecer y buscar nuevos mercados.

* Presidente & CEO de Cesce en Colombia.