Muchos recursos se destinan al tratamiento de la enfermedad cardiovascular, pero no lo suficiente en educar y promover la salud. Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo y afectan no solo a países industrializados, sino también a países de ingresos medios-bajos, en donde han superado a las enfermedades infecciosas como primera causa de muerte amenazando el desarrollo social y económico de estas regiones.
Las enfermedades del corazón son la principal causa de muerte y discapacidad en Colombia. En los últimos años, el aumento de su prevalencia, junto con las proyecciones de mortalidad para las próximas décadas, supone un argumento irrefutable acerca del carácter urgente de implementar intervenciones bien planificadas para controlar su diseminación.
La combinación de factores de comportamiento, sociales, medioambientales, biológicos y relacionados con sistemas de salud que contribuyen al desarrollo de la enfermedades cardiovasculares requiere una estrategia multisectorial que promueva estilos de vida saludables, reduzca los factores de riesgo cardiovascular y disminuya la mortalidad y la morbilidad a través de servicios sanitarios de calidad.
Dichas propuestas deben ser dirigidas por líderes de la comunidad científica, el gobierno, la sociedad civil, el sector privado y las comunidades locales. La población mundial continúa creciendo de forma imparable y paralelamente la población envejece por lo que estamos siendo testigos de un incremento alarmante de determinados factores de riesgo cardiovascular, como lo son los malos hábitos nutricionales y la obesidad, con un impacto incuestionable en el estado de salud de la población general. Nos encontramos, por lo tanto, ante una pandemia de la enfermedad cardiovascular, cuyas causas son multifactoriales y complejas e implican a diversos sectores de la sociedad.
La promoción de la salud cardiovascular debe expandirse a lo largo de la vida del individuo, desde las edades más tempranas, cuando se adquieren los hábitos de vida cardiosaludables, hasta la vejez. La enfermedad cardiovascular es una enfermedad de la conducta, relacionada con un mundo de consumo. Sabiendo que el momento crucial de la conducta es cuando tú te expones al ambiente entre los 3 a los 6 años de edad. Desde esta edad debemos comenzar estrategias para enseñarle al niño que la salud es una prioridad.
El riesgo para una enfermedad cardiaca aumenta con la edad y también si se tiene parientes cercanos que la tuvieron a una edad temprana.
Afortunadamente existen muchas cosas que puede hacer para reducir sus probabilidades de tener una enfermedad del corazón, entre ellas: conocer su presión arterial y mantenerla controlada, ejercitarse regularmente, no fumar, hacerse pruebas para detectar diabetes y si la tiene, mantenerla bajo control, conocer sus niveles de colesterol y triglicéridos y mantenerlos controlados, comer muchas frutas y verduras y mantener un peso saludable.
Para poder conocer qué tanto sabe la comunidad de Barranquilla sobre sus factores de riesgo se adelanta un proyecto de tesis doctoral con el apoyo de la Universidad Simón Bolívar que pretende realizar un diagnóstico e implementar estrategias educativas para contrarrestar esa falta de conocimiento y con ello mejorar la salud de sus habitantes.
*Médico cardiólogo, líder del Centro de Investigaciones Cardiodiagnóstico/Fundación del Caribe para la Investigación Biomédica, avalado por la Universidad Simón Bolívar.








