Cuando a una persona le hace falta una buena vida sexual, su mente y su cuerpo comienzan a enviar una serie de señales que reflejan la necesidad de tener relaciones sexuales, dado que la falta de buen sexo afecta drásticamente las emociones y el equilibrio de nuestro organismo.
Aunque las personas no caigan en cuenta, la falta de una adecuada vida sexual afecta el bienestar y la salud física y mental. Es casi imposible tener una actitud tranquila ante las cotidianas situaciones de la vida sin estar sexualmente satisfechos con la propia vida sexual. Los indicadores más importantes de la falta de buen sexo que yo he observado en mi practica clínica son:
El sentimiento de soledad
Las personas sin relaciones sexuales (o con mala vida sexual) experimentan frecuentemente la sensación de estar solas en el mundo, aunque se encuentren rodeadas de muchas personas. Este sentimiento de soledad puede llegar a ser tan intenso que pueden aparecer la depresión, las ideas de muerte y los deseos de suicidarse.
Inseguridad y baja autoestima
La buena vida sexual fortalece la autoestima y la seguridad porque permiten, tanto a la mujer como al hombre, sentirse personas atractivas, interesantes y deseadas.
La ausencia de relaciones sexuales, o la mala vida sexual, genera insatisfacciones que pueden llevar al estrés, la ansiedad y la toma de decisiones equivocadas, como la infidelidad.
He conocido muchos casos en los cuales una mujer que no se siente deseada por su marido termina por aceptar los avances de otro hombre para sentirse atractiva. Una de ellas me decía que su amante sí la hacía sentir una mujer bella y seductora, aunque realmente a quien ella quería era a su marido.
Ira y mal genio
Otra forma como se refleja el desequilibrio del funcionamiento del sistema neuroendocrino por la falta de una buena vida sexual es el mal carácter. La irritabilidad de las personas aumenta cuando su vida sexual es nula o deficiente.
De hecho, la sabiduría popular señala que cuando una mujer se mantiene amargada y rabiosa, lo usual es pensar que a esa persona le hace falta una ración de buen sexo. Y los chistes al respecto son muchos…
Aumento de las fantasías eróticas
Por lo general, los seres humanos saludables tienen con alguna frecuencia pensamientos sexuales. Pero cuando estos se vuelven obsesivos y aparecen con mucha frecuencia, lo que están mostrando es que la mente y el cuerpo están ansiosos por tener relaciones sexuales. Esta situación favorece la aparición de la adicción a la pornografía o al sexo solitario, algo cada vez más común en el mundo contemporáneo.
Malestares físicos
La dificultad para dormir bien es un ejemplo de esto. Las investigaciones científicas muestran que la actividad sexual ayuda a producir en nuestro organismo la hormona oxitocina que es muy importante para tener un sueño restaurador y placentero.
Las personas con mucho tiempo sin tener sexo (o teniendo deficientes relaciones sexuales) generalmente comienzan a presentar dificultades para dormirse y/o amanecen con la sensación de cansancio, como si no hubieran dormido lo suficiente.
Te invito a conversar con tu pareja sobre las ideas que te planteo en este artículo.