El Heraldo
Opinión

Vigilar y castigar

Que uno tenga que registrarse para que se le controle la movilidad, y a título de que le están cuidando la salud, es realmente pasarse de la raya.

La primera vez que oí la palabra panóptico fue cuando llegué a Bogotá,  hace ya tiempo, a hacer el bachillerato. Íbamos por la carrera séptima, a la altura de la calle 28. Me dijeron que así se llamaba antes la construcción que ahora exhibía el nombre de Museo Nacional con letras doradas. A renglón seguido, me contaron que en el sitio funcionaba, desde el siglo XIX y hasta 1948, la prisión más célebre del país. No volví a darle vueltas al término panóptico.

Años más tarde, leyendo el libro “Vigilar y castigar” del filósofo francés Michel Foucault, comprendí mejor de qué se trataba. Se refería al concepto que el inglés Jeremy Bentham utilizó para defender su propuesta de construir prisiones en las cuales un guardián pudiera vigilar desde un solo punto, -desde una torre central-, todas las celdas individuales de los prisioneros sin que éstos pudieran saber que eran observados. “El Panóptico” de Bentham abogaba por el encierro y el aislamiento de los reclusos bajo una premisa práctica, y también filosófica: el que ve tiene más poder que el que es visto. Los beneficios penales, políticos y económicos que se seguían saltaban a la vista: “Déjenme construir una prisión con este modelo (solicitó Bentham al Comité para la Reforma Penal). Yo seré el guardián. Vosotros veréis (…) que los guardias no necesitarán de salario, y no costarán nada al Estado”. ¡Qué buena jugada! He pensado en esa historia cuando leí en la prensa la controversia que estalló en las redes tras el anuncio de la puesta en funcionamiento de la plataforma capitalina, -¿cuánto costará el contrato?-, llamada también aplicación tecnológica, en la que los habitantes de Bogotá debían exponer su actividad de excepción para salir a la calle durante la cuarentena, así como sus horarios y su ubicación. Frente a las críticas, la alcaldesa Claudia López, según dice la noticia, derogó el parágrafo del decreto en el que se estipulaba la obligatoriedad del registro. Y añadió en su cuenta de Twitter: “Lo que todos debemos cumplir es salir a las actividades autorizadas por el Gobierno Nacional. Acreditarlo o no en la APP es voluntario”.

La controversia no es sobre un hecho de poca trascendencia. Todo lo contrario. Que uno tenga que registrarse para que se le controle la movilidad, y a título de que le están cuidando la salud, es realmente pasarse de la raya. Esa es la forma de ir poniendo, sin aparente inconformidad por miedo a la pandemia, las bases para una sociedad vigilada y controlada de hecho. Así funcionaban desde antiguo las cárceles, con extensiones más o menos parecidas a los hospitales, orfanatos, centros educativos, entre otros. Lo que estaba en el fondo de la defensa que hizo Bentham del sistema carcelario es lo dicho: el que ve tiene más poder que el que es visto. Aunque el término panóptico haya caído en desuso, su vigencia es enorme en la tecnología de la vigilancia epidemiológica, que los Estados ven como caída del cielo para aplicarla a la vigilancia totalitaria.

Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp

Más Columnas de Opinión

El Heraldo
Hugo Illera Jiménez

Junior y la sanción a Jorge Duarte

En los más de cuarenta años que he estado en la industria de los medios de comunicación, el fútbol siempre ha sido la misma historia. Los temas del Junior de Barranquilla, por partidos accidentados y fallos arbitrales, siempre se maximizan y s

Leer
El Heraldo
Hernando Baquero Latorre

A cuidar las marchas

Las marchas y manifestaciones han desempeñado un papel crucial en la dinámica de los cambios sociales a lo largo de la historia. Estos eventos han sido catalizadores potentes para transformaciones sociales y políticas, y van más allá de la le

Leer
El Heraldo
Óscar Borja

¡Lee la naturaleza!

Para quienes compartimos que Dios es el creador del universo y de la vida o para quienes no lo aceptan, lo único claro es que, de todos los seres vivos existentes en la naturaleza, el único que tiene la capacidad de comunicarse con sus semejante

Leer
Ver más Columnas de Opinión
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.