Otra vez las competencias internacionales han quedado sin equipos colombianos. América y Junior fueron rápidamente eliminados de la Copa Sudamericana, que ya era otra oportunidad que le entregaron después de haber sido eliminados de la fase de grupos de la Copa Libertadores.
Con un altísimo porcentaje de responsabilidad de los dirigentes (bueno, siempre los son en el éxito o el fracaso, pero esta vez muy evidente). Del lado del América, por su negligente gestión en un tema que derivó en la inhabilitación de los nuevos jugadores contratados con los cuales el técnico Osorio había diseñado el plan hasta dos días antes del partido de ida.
Del lado del Junior, por la decisión expresa del dueño del club (lo hizo saber a través de una entrevista en EL HERALDO) de no conformar una mejor nómina que la del semestre anterior, que ya necesitaba algún refuerzo, por las desfavorables posibilidades de ingresos.
Más allá de una u otra razón, vuelve el fútbol profesional colombiano a ser relegado y dejar una magra imagen competitiva que parece convertirse en una constante en los últimos eventos continentales.
Y, entonces, ante esta realidad que se repite, vuelvo a ser reiterativo en ciertos interrogantes: ¿Qué están haciendo los actores del fútbol colombiano? ¿Dirigentes, técnicos, jugadores están conscientes de lo que está sucediendo? ¿Les importa o el objetivo es solo poder transferir al exterior algún jugador?
Mientras ellos se responden y le responden al país futbolero, este semestre volverá a ser una liga de entrecasa, doméstica, sin la imprescindible confrontación con el resto del continente para evaluar, mejorar, crecer. Para valorizar más al futbolista colombiano si ese es su propósito final. Y si también de relaciones emocionales se trata el negocio, para elevar el autoestima del hincha.
Hasta hoy, no he escuchado a ninguno de los actores directos del fútbol colombiano haciendo autocrítica y menos proponiendo opciones o planes para mejorar lo que evidentemente no está bien. O, tal vez, han dejado en la habilidad de los empresarios la supervivencia económica de los equipos.