Néstor Lorenzo ha convocado 26 futbolistas para la próxima doble fecha de eliminatoria, en las que la selección Colombia enfrentará a Perú y Argentina. De los 26, veinte estuvieron en la reciente Copa América.
Es decir, el ochenta por ciento. Señal de coherencia del entrenador, de confianza y respaldo a la mayoría de jugadores que han sabido traducir en la cancha su idea.
Las ausencias de cinco de los seis que hicieron parte de la nómina en los Estados Unidos, obedece a lesiones (David Ospina, Dávinson Davison), a bajos rendimientos (Déiver Machado, Jorge Carrascal, Mateus Uribe), que son razones incontrovertibles. La única ausencia que, a mi juicio, sí resiste una discrepancia y posibilidad de debate, es la de Miguel Borja.
Es, por decir lo menos, extraño, que el goleador colombiano más importante hoy por hoy, el goleador de uno de los equipos más grandes de Sudamérica, el goleador de la liga argentina, la primera o segunda del continente, no esté entre 26 jugadores de una selección Colombia.
Néstor Lorenzo tendrá sus razones, sin Borja su equipo ha jugado muchas veces bien, está clasificada por ahora al Mundial y acaba de ser segunda en la copa América. Contundentes argumentos que son capaces de eliminar cualquier debate sobre su gestión.
Lo repito por enésima vez, a él no lo trajeron para complacer el gusto de los que estamos afuera, sino para convencer a los que convoca y lograr la clasificación al Mundial.
No obstante, me sigue pareciendo una injusticia futbolera dejar de lado a semejante goleador en racha. Sí, ya no hay dudas: no le gusta la forma de jugar de Borja. Y Lorenzo es el que elige.