Como un típico y popular culebrón venezolano con nuevos capítulos semanales, que mantienen expectantes a la audiencia, estamos viendo la novela de las aventuras de Juan Guaidó en la frontera, que incluye fotografías con reconocidos delincuentes de la temible banda Los Rastrojos. La pregunta es obligada: ¿es ingenuo Guaidó? Probablemente sí. Como también puede ser cierto que a sabiendas de quiénes eran las personas que lo estaban auxiliando en el cruce de la frontera, aceptara esa pequeña ayuda de sus amigos, parafraseando la icónica canción de Los Beatles.

No se descarta, por supuesto, que dada su gestión opositora la gente quiera retratarse con él para el recuerdo y eso es verdad, y aunque es difícil discriminar a quien pide una foto, la zona no estaba para pasear como turista en playa. Pero, ¿cómo puede un pretendido líder opositor andar tan desprotegido en un momento tan crucial? ¿Cómo puede hacerlo con los ojos del mundo puestos sobre él?

Es entendible que ante la imposibilidad de cruzar de manera formal el paso de San Antonio a Cúcuta tuviese que usar otros caminos, solo que estaba muy mal de lazarillos en ese recorrido. Guaidó tuvo que atravesar una especie de línea de la muerte entre los dos países. Lo hizo por trochas usadas de manera habitual por paramilitares, guerrilleros, narcotraficantes y contrabandistas. Tal vez era la única alternativa para llegar al concierto ‘Venezuela Aid Live’ del 23 de febrero pasado.

Ahora, las huestes Chavistas aprovechan para macartizar a Guaidó, que parece colaborarles en esa empresa de descredito con varias de sus actuaciones. De lo más reciente en este matoneo político se encargó el programa televisivo ‘Con el Mazo Dando’, conducido por Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente.

En ese programa se dieron a conocer las fotos del líder opositor con Jonathan Zambrano García, alias Patrón Pobre, supuesto jefe de las células encargadas de los secuestros en La Fría y Boca de Grita, en el Táchira. Como se sabe, hace pocos días se habían dado a conocer las primeras fotos con otros dos hombres, alias el Brother y alias el Menor, quienes según las autoridades colombianas se encuentran ahora detenidos y tienen un amplio prontuario judicial.

Pero las declaraciones de nuestro gobierno han sido muy tibias sobre el affaire Guaidó-Rastrojos porque el Ministerio de Relaciones exteriores se ha limitado a señalar que solamente ofreció seguridad, “más no apoyo logístico en su paso por la frontera”, sin embargo han circulado videos con un Guaidó sonriente recibido por guardias del Batallón Presidencial en una zona rural con alfombra roja extendida.

Una oposición seria y crítica debería ser más rigurosa con quien la representa, o al menos debería pretender hacerlo, porque mientras las redes maduristas se encargan de desprestigiar al joven e intrépido Guaidó, sus defensores actúan con la misma ingenuidad que hemos visto en los 20 años de gobierno bolivariano.

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