El íncipit de esta columna tiene como objetivo iterar lo que muchas veces he dicho antes de aventurarme a pronosticar resultados de partidos de fútbol. Soy consciente de la imprevisibilidad de este juego, precisamente por ser un juego; de las inesperadas y sorprendentes gestas de equipos de menor rango frente a otros más grandes, así que reconozco el margen de error que existe al teorizar sobre las indescifrables rutas que puede tomar el trámite y el desenlace de un partido o de una serie a dos partidos.
Además, porque he sido testigo- y víctima- de la tozuda postura del fútbol que no se deja condicionar por alguna teoría por más iluminada que esta parezca. También lo hago, vale decirlo, para utilizarlo como una suerte de coartada anticipada en caso de que no haya mínima coincidencia entre mis vaticinios y los resultados reales. Como muchas veces me ha ocurrido. Sin embargo, a continuación me ‘arriesgaré’ con las llaves de cuartos de final de la Champions.
Barcelona y Bayern tuvieron los más deseados rivales en esta fase: Roma y Sevilla, respectivamente. No hay dudas de la diferencia histórica entre unos y otros, de la jerarquía de los jugadores de aquellos y estos. De la capacidad goleadora del ataque del Barcelona y Bayern. Del gen campeón que los identifica. Por estas razones, y por cualquier otra que pueda agregar, el favoritismo para el Barcelona y el Bayern es evidente.
La serie entre el Real Madrid y la Juventus parece más equilibrada a priori. Van a colisionar dos trenes de grandes vagones. El Real Madrid, no importa su vergonzosa campaña en la Liga y la Copa del Rey, acaba de ratificar, frente al PSG, que en las grandes citas europeas dice presente. Recuperó su aura ganadora y la diferencial capacidad goleadora de CR7. Su rival tiene un opaco juego, pero mentalidad ganadora. Resiste, se tutea con las dificultades y aunque ataca a cuentagotas puede ser letal. Mi candidato es el Madrid.
Y la cuarta llave es, en mi opinión, la más pareja y la que menos indicios da para descubrir un favorito. Liverpool y Manchester City se conocen mucho, se enfrentan en la Premier, sus estilos tienen mucho en común: elaboración desde el fondo, intensidad, presión para recuperar, actitud súper ofensiva.
Con sus extraordinarios números y su afianzado modelo de juego, el City, en esta temporada, le saca una gran ventaja al Liverpool en la tabla general de la Premier, pero sus lides particulares han dejado otra conclusión: equilibrio, paridad. Y en el último partido hubo supremacía del equipo de los Beatles. ¿Favorito? No. ¿Mi candidato? Manchester City.