Un idealizado biopic sobre Richard Williams, el padre de las estrellas del tenis Venus y Serena Williams (Saniyya Sidney y Demi Singleton), protagonizado por Will Smith, revela los secretos que se esconden detrás del gestor de estos íconos que cambiaron la historia del deporte en más de un sentido.
La película cubre la íntima relación de este personaje con el proceso de formación de las deportistas, desde la infancia hasta el momento en que empiezan a cobrar fama y entran a los torneos que las hicieron famosas.
Como él mismo afirma, el plan estaba trazado desde que sus hijas nacieron en un barrio pobre de Los Ángeles. Allí las entrenó en las escasas y deterioradas canchas que tenían a su alcance. Allí también confrontaron el racismo de la época y el rechazo del medio, en un deporte elitista que no sólo pertenecía a los de raza blanca sino a personas acaudaladas.
Pero a pesar de las dificultades económicas y sociales que cualquier familia afroamericana experimentaba en el momento, donde las pocas puertas que se podían tocar se cerraban de inmediato, Richard fue persistente y no se dejó vencer en el intento.
Tenía muy claro que para ellos, el talento no era suficiente. Había que dotarse de una muy buena educación y buenos modales. Por ello se revistió de paciencia y confronta con dignidad los contratiempos con los de su misma raza y familia, a veces yéndose al otro extremo, para evitar cualquier tipo de contaminación negativa que pudiese alterar sus planes.
Richard venía marcado por una traumática infancia, sin el soporte de un padre que lo defendiera en los momentos más difíciles de su juventud.
Aunque algunas escenas pueden parecer repetitivas, la película es insistente en mostrar el carácter obstinado, y en ocasiones molesto, de este personaje que no encuentra otra manera de lograr su propósito sino imponiéndose, hasta el punto de olvidar consultar con su esposa Brandy (Aunjanue ellis), quien de una manera más silenciosa estuvo tan involucrada y presente como él.
Era claro que para los de su raza el talento no era suficiente. Había que mostrar al mundo una educación y modales ejemplares. Para ello, hasta una simple sesión de cine en la casa se convertía en un compendio de moralidad y honestidad.
La cinta está inspirada en las memorias que escribió Williams, publicadas en 2014, y las actuaciones son lo que más nos atrapa de la cinta.
Está dirigida por Reinaldo Marcus Green, con un entretenido guión de Zaqch Baylin que refleja la dicotomía de este particular personaje que será capaz de tocar todas nuestras fibras emotivas.
El filme se presenta por HBO max y en teatros.