La película alemana escrita y dirigida por Maria Schrader, ganadora de un Emmy por la serie Poco Ortodoxa, tiene todas las características de una comedia romántica tradicional. Sin embargo, añadiendo el toque de ciencia ficción, incursiona en terrenos que cuestionan aspectos mas profundos y complejos que se juegan en toda relación de pareja.
La historia se centra en Alma (Maren Eggert), una científica que trabaja en el Museo de Pergamon de Berlín, y necesita reunir fondos para una investigación. Por ello se somete a un arriesgado experimento, fuera de lo convencional, que consiste en convivir con un sofisticado robot humanoide apodado Tom (Dan Stevens), el cual no está programado para labores de tipo doméstico como es lo usual, sino que cumple todos los requisitos que ella puede desear en una pareja.
Una vez terminado el experimento Alma debe entregar un reporte sobre la experiencia. Su capacidad de análisis y su inteligencia le permitirán comprender que, aunque Tom haya sido diseñado de acuerdo con las exigencias y necesidades que ella tenga, el ideal de pareja perfecta puede desencadenar en frustración, provocando situaciones molestas y absurdas.
De hecho, la evolución de la relación empieza por el rechazo; los avances de Tom no parecen tener cabida en los primeros encuentros, sobre todo cuando ella acaba de terminar una relación previa, y no se siente preparada para iniciar algo nuevo. Los desayunos en la cama y los baños con velas no la impresionan, y su mente está mas concentrada en el trabajo, con sus sofisticadas investigaciones antropológicas.
Pero Tom, como buen robot, lo calibra todo. Cada rechazo de Alma implica una reprogramación que toca otro aspecto en la relación, hasta que logra que su actitud empiece a generar un cambio. Entonces las dudas y cuestionamientos empiezan a surgir.
El guion, en el cual colaboró también Jan Schomberg, se centra mas en el aspecto romántico que en la parte robótica. A diferencia de películas como Her (2013) o Ex Machina (2014), en esta ocasión nos vemos centrados en temas como los roles tradicionales de la pareja, los comportamientos ideales que se esperan de cada cual y la inminente presencia e influencia de los medios sociales.
El concepto de poder crear un amante ideal puede parecer muy atractivo, y personas en la posición de Alma tendrán la capacidad de juzgar el componente ético y las implicaciones y consecuencias de la ansiada búsqueda de la felicidad. ¿Hasta dónde se podrá llegar en el intento?
El Hombre Perfecto tuvo su premier en el 71º Festival Internacional de Cine de Berlín, y fue nominada por Alemania al Óscar como Mejor Película en Idioma Extranjero. Se presenta en teatros a partir de junio 30.