Aunque así lo parezca, Pásame con Roger Stone no es una comedia del absurdo ni una película de los hermanos Cohen. Es un documental de Netflix dirigido por Dylan Bank, Daniel DiMauro y Morgan Pehme, donde la realidad supera la ficción.

A través de un recorrido cronológico la película registra el ascenso político del controversial Roger Stone, asesor de la campaña electoral que llevó a Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos en 2016.

Pasando por las distintas facetas del personaje, la cinta va mostrando los incidentes que lo llevaron a crear el “agente provocador” en el cual se convirtió, empezando por la época del colegio, cuando por primera vez se da cuenta lo fácil que resulta mentir y el efecto masivo que provoca la noticia falsa.

Es así como años más tarde se convierte en un pionero de la difamación, y sin recato lo vemos alentando a seguidores a gritar “enciérrenla” contra Hillary Clinton, contrincante de Trump en una de las campañas políticas de más bajo nivel que se viera en Estados Unidos.

Desde que muestra su cuerpo musculoso y su tatuaje de Nixon en la espalda, ya nos hacernos una idea del tipo de personaje con el que estamos tratando. Por eso afirma que “es prefiere ser infame a no tener fama alguna”.

A lo largo de su carrera, que mezcla el mundo del entretenimiento con el de cabildero político, logra clientes como Ronald Reagan, Richard Nixon, y Donald Trump, su máxima creación, a quien viene moldeando desde su época en la farándula, y lo conoce nada menos que a través de su abogado de turno, Roy Cohn, ex colaborador de Joseph McCarthy.

A Stone no le importa trabajar de frente o detrás de bambalinas, mientras su sello de marca esté presente. Para ello busca alianzas estratégicas que le permitan cumplir con otro de sus principios: “hay que ganar porque hay que ganar, cueste lo que cueste”. Tampoco le molesta que lo odien; al contrario, lo encuentra positivo, “porque si no fuera efectivo, no me odiarían”.

No es sorprendente entonces que años después Trump le conmute la pena de 3 años de cárcel que le fue otorgada por ocho delitos relacionados con abusos en la campaña electoral, cuando Rusia y Wikileaks robaron los correos electrónicos de Clinton, hecho que contribuyó a su derrota.

Pero Stone siempre se sale con la suya, y a pesar de las pruebas de obstrucción de justicia, mentir bajo juramento y utilizar amenazas y soborno contra quienes colaboraran con la investigación, logra que se le otorgue el perdón.

El documental, se basa en un libro que Stone escribió, y está dividido en varias secciones que llevan por título las reglas que él se autoimpuso, como “ataca, ataca, ataca y nunca defiendas” o “el odio motiva más que el amor”.

Para Stone este documento será una extensión de su marca, y para sus seguidores, es probable que no cambie nada, pero para quienes tengan algo de conciencia, es revelador conocer que un personaje tan falto de moral e integridad pueda mover con tal facilidad las cuerdas del sistema en el sitio más inesperado.