Ema es la nueva y controversial producción del director de cine chileno Pablo Larraín ahora disponible en ‘streaming’. Conocido por Jacky (2016), Neruda (2016), El Club (2015), y No (2012), entre otras, Larraín asume en esta ocasión un formato diferente y original, comparado a todo lo que conocemos de él.

La historia, escrita por Guillermo Calderón, Alejandro Moreno, y el mismo Larraín, se centra en el caso de una pareja disfuncional compuesta por Ema (Mariana Di Girolamo) y Gastón (Gael García Bernal), quienes confrontan la realidad de un hijo adoptivo, Polo (Cristian Suarez), con comportamientos tan bizarros como encerrar un gato en el refrigerador.

Tras el último episodio, donde el muchacho prende fuego a la casa con consecuencias funestas, toman la difícil decisión de devolverlo a la agencia para re-adopción. Con este comienzo el director nos inmiscuye en la crisis que se desata entre Ema y Gastón, a ratos coherente y a ratos falta de sentido, que dejan al espectador cuestionando qué tipo de experiencia ha vivido, y qué genero de película ha visto.

Ema es una de las bailarinas pertenecientes a un grupo de danza liderado por Gastón, quien cumple las funciones de coreógrafo y director. Son muchas las diferencias que vemos entre ellos, además de los cargos que desempeñan en la compañía artística, donde están implicados temas de poder. Ema es mucho mas joven y de espíritu libre, mientras Gastón tiene actitudes conservadoras, tanto en lo profesional como en lo personal.

La nueva situación que se presenta con la ausencia de Polo y la contradictoria reacción de Ema, acrecenta las discrepancias, y la comunicación de la pareja se vuelve cada vez mas abusiva, hiriente y degradante. Para Ema la solución es su independencia sexual, el feminismo y la anarquía.

Alentada por su grupo de amigas, se dedica a armar orgías y coreografías callejeras a ritmo de reguetón que rompen con los esquemas tradicionales impuestos por Gastón y por el medio. La fortaleza de su expresión corporal es acaparadora, y constituye un grito de libertad. Mezclada con actos de piromanía, las representaciones resultan maravillosos videos musicales que llevan de fondo un contenido de protesta social y una reivindicación del arte urbano y el baile popular.

La película tuvo su estreno en el Festival de Venecia donde fue nominada al León de Oro y ganó el premio UNIMED, entre otras nominaciones y premios, y cuenta además con la actuación de Paola Giannini y Santiago Cabrera.

Aunque algunos diálogos resulten disparatados, la música, las coreografías y las tomas de Valparaíso hacen de esta película una experiencia visual hipnótica, alucinante y llena de metáforas y contradicciones. Mientras el dolor y el placer se encuentran, así lo hacen la vida y la muerte, el amor y el odio, todo descrito a través del baile, que para Ema es la vida misma.