Definitivamente Colombia es un Macondo de más de 2 millones de kilómetros cuadrados. Ahora el pueblo ha descubierto una nueva clasificación para calificar las cualidades de un gobernante o candidato. Ya no se habla de candidatos honestos, capaces, con experiencia en el manejo gerencial de la cosa pública. Ahora se dice: candidato tibio, candidato frío, candidato caliente. Esos aspectos del liderazgo se miden en grados de temperatura. Por ejemplo, se dice que Fajardo es tibio, y por tanto, no sería buen Presidente para gobernar a un país que necesita hacerle frente al señor Maduro de Venezuela para bajarle su temperatura y quitarle su altanería, o para derrotar a la guerrilla.
De Zuluaga se comenta que no despierta emociones en el elector, que es frío como el hielo, y por consiguiente no va a alcanzar los votos que necesita para ganarle a Petro. En cambio, de Vargas Lleras, se dice que es un candidato muy caliente capaz de incendiar el continente sur americano.
Es posible que este ambiente sea producto del calentamiento global que está viviendo el planeta y los efectos de un proceso de radiación térmica de una tierra devastada por la mano irresponsable del hombre destructor de los recursos naturales, cuyos efectos podrían generar cambios en la estructura mental del ser humano.
De todos modos, el panorama político del país en este momento es confuso y oscuro. Por primera vez en muchos años, y a 6 meses de las elecciones para el Congreso de la República y a 9 meses de las presidenciales, el centro y la derecha no tienen candidatos ni tampoco se ven campañas electorales como en épocas anteriores, pues la mayoría de estos personajes no tienen nada qué decir ni nada qué ofrecer a un pueblo lleno de necesidades y de pobreza, con una tasa de desempleo que bordea el 20%, y hambre e inseguridad por las calles de las ciudades.
Los expertos en marketing político no encuentran el camino para asesorar con éxito a estos candidatos, para conquistar la voluntad de un elector desconfiado con la clase política. Así lo demuestra la última encuesta de la empresa Invamer, que señala los dos problemas principales del gobierno: la corrupción y el desempleo.
Sin embargo, esta encuesta tiene algo folclórico en el panorama político que comienza a ordenar sus caballos para la carrera. Por ejemplo, el ex alcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, con un parecido físico y emocional con el ex presidente Trump, en esta encuesta de Invamer, revela una intención de votos para las elecciones presidenciales de mayo de 2022, de un 11%, tercero en la lista (Petro, Fajardo), por encima de Juan Manuel Galán, Federico Gutierrez y Germán Vargas Lleras.
Así las cosas, en estas condiciones climáticas, donde reina la emoción y la confusión mental de Confucio, Epa Colombia (Daneidy Barrera Rojas), podría llegar al Senado con más votos que Mockus y Robledo juntos. Como dirían en Barranquilla: Epa Colombia, ¡Güepaje!